Las matemáticas confirman el viaje en el tiempo

El viaje en el tiempo no genera paradojas como la que supondría matar al abuelo del viajero: según las matemáticas, los acontecimientos se reajustan solos para evitar inconsistencias.

Un modelo matemático desarrollado en la Universidad de Queensland en Australia ha demostrado que una persona que consiguiera viajar al pasado no generaría las paradojas que hasta ahora hacen inconcebible esta proeza.

La película de ficción “Regreso al futuro” es un claro ejemplo de la dificultad que representan estas paradojas: siempre que los protagonistas pretenden arreglar el presente corrigiendo el pasado, se producen cambios en las circunstancias que a veces generan inconsistencias temporales.

La paradoja del abuelo es la más recurrente: si viajo al pasado para matar a mi abuelo y lo consigo, entonces nunca habría nacido para viajar en el tiempo y acabar con su vida. Algo lógicamente inasumible.

Lo que ha establecido la nueva investigación, publicada en la revista Classical and Quantum Gravity, da un vuelco a este obstáculo insuperable para asumir la viabilidad teórica de los viajes en el tiempo.

Los números cuadran

Según el investigador principal Germain Tobar, estudiante de pregrado de la citada universidad, que ha sido dirigido por el profesor Fabio Costa, las matemáticas disuelven las paradojas temporales.

Para explicarlo, los investigadores recurren a otro ejemplo diferente al del abuelo: el viajero en el tiempo intenta detener la actual pandemia impidiendo que el paciente cero se contagie.

El modelo matemático asume que el viajero en el tiempo lo consigue finalmente, pero que eso no cambia mucho las circunstancias: habrá otro paciente cero en ese pasado que se contagia y provoca la pandemia. Incluso el propio viajero del tiempo puede terminar contagiado.

La conclusión de esta investigación es que la paradoja ha dejado de ser un problema para asumir los viajes en el tiempo: siempre hay alternativas que neutralizan la posible contradicción temporal.

Tanto Tobar como Costa destacan que los números cuadran para que los viajes a través del tiempo dejen de ser incompatibles con una dinámica temporal concreta: si pudiéramos ir al pasado, no deberíamos preocuparnos por el abuelo o por el coronavirus.

Nuestro presente no cambiaría por eso: por más que intentemos crear una paradoja, los eventos siempre se ajustarán solos, para evitar cualquier inconsistencia, destacan los investigadores.

«La gama de procesos matemáticos que descubrimos muestra que viajar en el tiempo con libre albedrío es lógicamente posible en nuestro universo sin ninguna paradoja», señala Costa.

Cuestión de tiempo

Los investigadores aclaran también que su trabajo no ha pretendido describir una forma de viajar al pasado, sino más bien demostrar las coherencias lógicas implícitas en ese contexto.

Añaden que el principal resultado de su trabajo es facilitar una mayor comprensión de cómo funciona el universo. Ofrecen una nueva perspectiva sobre cómo considerar las leyes universales.

La teoría de la relatividad general acepta la posibilidad de que una observador viaje al pasado e interactúe consigo mismo en un momento anterior de su vida, pero no resuelve las paradojas que podrían surgir en ese supuesto.

Aunque investigaciones posteriores han establecido que no necesariamente se dan las paradojas (puedo viajar al pasado sin pensar en mi abuelo o el coronavirus), el alcance de estos modelos ha sido limitado para resolver la posible contradicción del encuentro con uno mismo en el pasado (como que accidentalmente acabe con el niño que fui).

La nueva investigación viene a decir que, incluso en ese supuesto, no cambiaría mi presente: pasaría algo que recompondría mi realidad actual, aunque en el pasado visitado hubiese muerto prematuramente. Las inconsistencias son matemáticamente inexistentes en el viaje al pasado.
Faltan los bucles temporales

De todas formas, la nueva investigación no cuestiona el hecho de que las teorías actuales de la física no consideren posible el viaje en el tiempo, ya que nuestro espacio-tiempo, que se sepa, adolece de algo que supuestamente lo permitiría.

Se trata de las así llamadas curvas cerradas de tipo tiempo, que permitirían a las partículas regresar al mismo estado del que partieron. Son como bucles temporales que podrían usarse para viajar a través del tiempo. Pero no disponemos de ellos.

Sin embargo, los esfuerzos para dar con nuevas fórmulas que permitan abrir una brecha en la estructura espacio temporal y remontar los años como si fueran kilómetros, no cesan en el mundo científico. Resolver las paradojas ayudará a conseguir el objetivo.




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