Un grupo de astrofísicos detectó un huracán de materia oscura que se acerca al Sistema Solar, pero no es peligroso ni destructivo; podría aportar mucho a la ciencia.
Toda la materia visible en el universo emisora de energía y luz representa el 5% del cosmos; el resto pertenece a energía y materia oscura.
La materia oscura es un concepto teórico en la astrofísica, pues no es visible; sin embargo, se deduce su existencia por el efecto gravitacional en las galaxias y estrellas.
Por ejemplo, los cálculos de materia visible en una estrella no cuadrarían para lograr que permanezcan unidas en una misma galaxia. Es por eso que se asume que la materia oscura le da ‘equilibrio’ al universo, aunque no se pueda ver.
Dado que es un concepto teórico, existen muchas preguntas y misterios alrededor de la materia oscura que solo se podrán resolver hasta comprobar su existencia. Por esa razón, existen científicos dedicados especialmente al estudio y detección de materia oscura.
En 2018, un grupo de astrofísicos de la Universidad de Sidney y la Universidad de Zaragoza detectó una corriente de materia oscura que se dirige al Sistema Solar.
El hallazgo fue nombrado ‘huracán de materia oscura’ y se encuentra dentro de la corriente estelar llamada S1 formada por los restos de una galaxia enana devorada por la Vía Láctea.
De acuerdo con la investigación, el huracán viaja a 500 km/s y en algún momento podría chocar con el Sol, pero no representa ningún peligro para la Tierra ni para el Sistema Solar.
El movimiento fue detectado por GAIA en 2017 y los investigadores utilizaron los datos para determinar que se trataba de una corriente de materia oscura muy densa.
No existe una fecha para que el huracán llegue a la Tierra o al Sol. Es un fenómeno que podría haber ocurrido antes o que lleva años ocurriendo, pero fue detectado hasta ahora.
Lejos de representar una amenaza, el huracán de materia oscura es una oportunidad científica para comprobar la existencia de la materia, que, hasta el momento, es una suposición teórica.
Desde hace años, los científicos están trabajando en detectores de materia oscura, que se reducen a dos partículas: WIMP y axiones.
Dado que la materia oscura no tiene intercambio de energía con electrones ni con el espectro electromagnético, es difícil detectar sus partículas, ya que su interacción es muy débil.
La generación del huracán podría causar un choque de átomos en la materia oscura que arroje pruebas de la existencia de partículas WIMP o axiones.
Cualquiera que sea el caso, la aproximación del huracán es la oportunidad perfecta para detectar la partícula fundamental de la cual se compone la materia que no se puede ver y no ha podido ser estudiada.
Toda la materia visible en el universo emisora de energía y luz representa el 5% del cosmos; el resto pertenece a energía y materia oscura.
La materia oscura es un concepto teórico en la astrofísica, pues no es visible; sin embargo, se deduce su existencia por el efecto gravitacional en las galaxias y estrellas.
Por ejemplo, los cálculos de materia visible en una estrella no cuadrarían para lograr que permanezcan unidas en una misma galaxia. Es por eso que se asume que la materia oscura le da ‘equilibrio’ al universo, aunque no se pueda ver.
Dado que es un concepto teórico, existen muchas preguntas y misterios alrededor de la materia oscura que solo se podrán resolver hasta comprobar su existencia. Por esa razón, existen científicos dedicados especialmente al estudio y detección de materia oscura.
En 2018, un grupo de astrofísicos de la Universidad de Sidney y la Universidad de Zaragoza detectó una corriente de materia oscura que se dirige al Sistema Solar.
El hallazgo fue nombrado ‘huracán de materia oscura’ y se encuentra dentro de la corriente estelar llamada S1 formada por los restos de una galaxia enana devorada por la Vía Láctea.
De acuerdo con la investigación, el huracán viaja a 500 km/s y en algún momento podría chocar con el Sol, pero no representa ningún peligro para la Tierra ni para el Sistema Solar.
El movimiento fue detectado por GAIA en 2017 y los investigadores utilizaron los datos para determinar que se trataba de una corriente de materia oscura muy densa.
No existe una fecha para que el huracán llegue a la Tierra o al Sol. Es un fenómeno que podría haber ocurrido antes o que lleva años ocurriendo, pero fue detectado hasta ahora.
Lejos de representar una amenaza, el huracán de materia oscura es una oportunidad científica para comprobar la existencia de la materia, que, hasta el momento, es una suposición teórica.
Desde hace años, los científicos están trabajando en detectores de materia oscura, que se reducen a dos partículas: WIMP y axiones.
Dado que la materia oscura no tiene intercambio de energía con electrones ni con el espectro electromagnético, es difícil detectar sus partículas, ya que su interacción es muy débil.
La generación del huracán podría causar un choque de átomos en la materia oscura que arroje pruebas de la existencia de partículas WIMP o axiones.
Cualquiera que sea el caso, la aproximación del huracán es la oportunidad perfecta para detectar la partícula fundamental de la cual se compone la materia que no se puede ver y no ha podido ser estudiada.
Fuente VIX