Dos naturalezas hay en todo ser humano:
Una es, hija de la clara luz del día,
Nada oscuro hay en ella, todo es claridad
Allí, todo es resplandeciente, nada oculto,
Lo más íntimo tu ojo puede penetrar,
No hay allí misterio ni secreto;
En ella gobiernan: la sabiduría, justicia, amor y fe;
Sin motas, como el cristal en su pureza.
La otra es un ser nacido de la noche,
Llena de negras nubes que cambian una y otra vez,
Confunde la razón e ignora la luz;
Es un extranjero en sus propios dominios;
Insensiblemente llena nuestra vida diaria
De burlescos duendes; su reino discorde
Engendra errores y contiendas;
Enredando los hilos y dañando al designio.
Así, cada persona tiene bajo su mando una vida terrestre y otra celestial. Para la gran mayoría, enredada en las mallas de este mundo de ilusiones, estas ilusiones parecen ser la realidad, y la vida celestial meramente un sueño; pero hay otros en quienes la vida interna despierta, conocen la vida celestial como la verdadera, y esta vida terrestre sólo una ilusión o una pesadilla. Este hecho de la doble existencia fue reconocido de todo sabio y santo y es conocido de quien esté en posesión de la divina sabiduría del Yo.
Nada oscuro hay en ella, todo es claridad
Allí, todo es resplandeciente, nada oculto,
Lo más íntimo tu ojo puede penetrar,
No hay allí misterio ni secreto;
En ella gobiernan: la sabiduría, justicia, amor y fe;
Sin motas, como el cristal en su pureza.
La otra es un ser nacido de la noche,
Llena de negras nubes que cambian una y otra vez,
Confunde la razón e ignora la luz;
Es un extranjero en sus propios dominios;
Insensiblemente llena nuestra vida diaria
De burlescos duendes; su reino discorde
Engendra errores y contiendas;
Enredando los hilos y dañando al designio.
Así, cada persona tiene bajo su mando una vida terrestre y otra celestial. Para la gran mayoría, enredada en las mallas de este mundo de ilusiones, estas ilusiones parecen ser la realidad, y la vida celestial meramente un sueño; pero hay otros en quienes la vida interna despierta, conocen la vida celestial como la verdadera, y esta vida terrestre sólo una ilusión o una pesadilla. Este hecho de la doble existencia fue reconocido de todo sabio y santo y es conocido de quien esté en posesión de la divina sabiduría del Yo.
Fuente ALFA OMEGA MC
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