Uno de los descubrimientos más importantes de la ciencia planetaria en los últimos 25 años es que los mundos con océanos bajo capas de roca y hieloson comunes en nuestro sistema solar. Entre estos mundos se encuentran lunas, como Europa, Titán y Encélado, y astros más lejanos como Plutón.
Se sabe desde hace muchos años que los mundos como la Tierra, o sea con océanos de agua líquida en su superficie, deben residir dentro de un estrecho rango de distancias respecto a sus estrellas para mantener las temperaturas que preservan esos océanos. Sin embargo, los mundos con océanos de agua subterráneos pueden existir en un rango mucho más amplio de distancias desde sus estrellas. Esto amplía enormemente la cantidad de mundos habitables que pueden existir en la galaxia, tal como se señala en las conclusiones de un estudio reciente realizado por S. Alan Stern, del Instituto de Investigación del Sudoeste (SwRI) en San Antonio, Texas, Estados Unidos.
Los mundos con océanos en su superficie, como la Tierra, también están sujetos a muchos tipos de amenazas para la vida, que van desde los impactos de asteroides y cometas, hasta las erupciones estelares, pasando por otras emisiones de radiación peligrosas, las explosiones de supernovas cercanas y más.
El estudio de Stern señala que los mundos con océanos de agua subterráneos son bastante invulnerables a estas amenazas debido a que sus océanos están protegidos por un “tejado” tremendamente grueso de hielo y roca, que suele tener un espesor de entre varios kilómetros y varias decenas de kilómetros.
Pero, por otra parte, el mismo escudo de roca y hielo que protege los océanos subterráneos también mantiene oculta su hipotética vida frente a casi cualquier intento de detectarla desde el exterior.
Encélado, una de las lunas de Saturno, es uno de los astros de nuestro sistema solar que, según todos los indicios, poseen un océano subterráneo de agua líquida, encapsulado entre un lecho rocoso por debajo y una corteza helada por encima. (Imagen: NASA JPL / Caltech / Southwest Research Institute)
Si tales mundos con océanos subterráneos son las moradas predominantes de la vida en la galaxia y si la vida inteligente surge en ellos, entonces los mundos con océanos de agua subterráneos también podrían ayudar a resolver la llamada Paradoja de Fermi. Planteada por el Premio Nobel Enrico Fermi a principios de la década de 1960, la Paradoja de Fermi cuestiona por qué no vemos pruebas evidentes de vida extraterrestre si, tal como indican diversos cálculos, esta debe ser abundante en todo el universo.
"La misma capa protectora de hielo y roca que crea entornos estables para la vida también impide que esta sea detectada fácilmente", resume Stern.
El estudio se titula "Some Implications for Both Life and Civilizations Regarding Interior Water Ocean Worlds". Y se ha presentado públicamente en el congreso LPSC 52 (52nd annual Lunar and Planetary Science Conference), celebrado en Estados Unidos. (Fuente: NCYT de Amazings)
Se sabe desde hace muchos años que los mundos como la Tierra, o sea con océanos de agua líquida en su superficie, deben residir dentro de un estrecho rango de distancias respecto a sus estrellas para mantener las temperaturas que preservan esos océanos. Sin embargo, los mundos con océanos de agua subterráneos pueden existir en un rango mucho más amplio de distancias desde sus estrellas. Esto amplía enormemente la cantidad de mundos habitables que pueden existir en la galaxia, tal como se señala en las conclusiones de un estudio reciente realizado por S. Alan Stern, del Instituto de Investigación del Sudoeste (SwRI) en San Antonio, Texas, Estados Unidos.
Los mundos con océanos en su superficie, como la Tierra, también están sujetos a muchos tipos de amenazas para la vida, que van desde los impactos de asteroides y cometas, hasta las erupciones estelares, pasando por otras emisiones de radiación peligrosas, las explosiones de supernovas cercanas y más.
El estudio de Stern señala que los mundos con océanos de agua subterráneos son bastante invulnerables a estas amenazas debido a que sus océanos están protegidos por un “tejado” tremendamente grueso de hielo y roca, que suele tener un espesor de entre varios kilómetros y varias decenas de kilómetros.
Pero, por otra parte, el mismo escudo de roca y hielo que protege los océanos subterráneos también mantiene oculta su hipotética vida frente a casi cualquier intento de detectarla desde el exterior.
Encélado, una de las lunas de Saturno, es uno de los astros de nuestro sistema solar que, según todos los indicios, poseen un océano subterráneo de agua líquida, encapsulado entre un lecho rocoso por debajo y una corteza helada por encima. (Imagen: NASA JPL / Caltech / Southwest Research Institute)
Si tales mundos con océanos subterráneos son las moradas predominantes de la vida en la galaxia y si la vida inteligente surge en ellos, entonces los mundos con océanos de agua subterráneos también podrían ayudar a resolver la llamada Paradoja de Fermi. Planteada por el Premio Nobel Enrico Fermi a principios de la década de 1960, la Paradoja de Fermi cuestiona por qué no vemos pruebas evidentes de vida extraterrestre si, tal como indican diversos cálculos, esta debe ser abundante en todo el universo.
"La misma capa protectora de hielo y roca que crea entornos estables para la vida también impide que esta sea detectada fácilmente", resume Stern.
El estudio se titula "Some Implications for Both Life and Civilizations Regarding Interior Water Ocean Worlds". Y se ha presentado públicamente en el congreso LPSC 52 (52nd annual Lunar and Planetary Science Conference), celebrado en Estados Unidos. (Fuente: NCYT de Amazings)
Fuente NCYT