Esta antigua sacerdotisa, quien gobernó hace unos 3 mil años en la sierra norte del actual Perú, ha venido a confirmarnos los cambios sociales que ocurrieron en esa región durante el siglo 9 antes de nuestra era.
Era octubre del año 2009 cuando un equipo de arqueólogos del Proyecto Arqueológico Pacopampa, dirigido por el reconocido arqueólogo japonés Yuji Seki, anunció a los medios de comunicación el hallazgo de la tumba de una mujer, cuyos restos databan del 900 a.C., aproximadamente y, probablemente, se trataba de un personaje que en vida tuvo gran poder en la región. Gracias a la profundidad de la tumba, de 2.10m, este se libró de los huaqueros o los saqueadores durante todo ese tiempo.
En este hallazgo trabajaron conjuntamente los arqueólogos de la Universidad de San Marcos y de la misión arqueológica japonesa que estuvo dirigido por Yuji Seki. Este proyecto arqueológico fue conformado en el año 2005 por un convenio entre el Museo Nacional de Etnología de Osaka, Japón y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú.
El equipo estuvo conformado por un grupo de investigadores y expertos japoneses que analizaron los diversos materiales encontrados, tales como: huesos humanos, cerámica, huesos de animales, minerales, metales, y artefactos líticos. Junto a ellos también participaron asociados y alumnos de dicha casa de estudios.
Ellos hallaron una tumba donde descansaban los restos de una mujer, inusualmente alta para su época, a la que bautizaron como la Dama de Pacopampa y que presenta el cráneo deformado lo cual indica que pertenecía a una clase privilegiada, y al morir (entre los 25 y 45 años) sus restos fueron untados con pigmentos de color azul (azurita) y rojo (cinabrio o sulfuro de mercurio).
Esta historia en realidad comenzó a escribirse hace unos 3 000 años, cuando con el nacimiento de una robusta niña en una de las terrazas más altas del cerro San Pedro, en lo que hoy es la provincia cajamarquina de Chota, se dio inicio a un nuevo pasaje histórico del lejano periodo formativo.
Tras este hecho, el pueblo que habitaba el sitio, al cual hoy conocemos como el complejo arqueológico de San Pedro de Pacopampa (Llanura de alpacas, en el idioma quechua), celebró una fiesta por el nacimiento de la saludable niña que, ya desde sus primeros días de vida, estaba destinada a liderar a su pueblo; desde entonces sería preparada con ese fin.
¿Cómo es posible imaginar estos hechos que ocurrieron hace casi tres mil años? Se preguntarán algunos incrédulos. Pero la respuesta nos lo brindan los científicos del Museo Nacional de Etnología del Japón, quienes trabajaron en este hallazgo, liderados por el arqueólogo Yuji Seki.
Cuando ellos descubrieron la tumba de esta mujer de élite en el Complejo Arqueológico de Pacopampa, hallaron también un detalle muy importante que nos brinda nuevas luces sobre cómo fue la época del periodo formativo.
Una hipótesis confirmada
Para los arqueólogos, el proceso de desenterramiento del contexto funerario, fue muy complicado. En esos días de arduo trabajo, el arqueólogo Yuji Seki, se percató de un detalle muy importante el cual confirmaría una hipótesis que él ya había planteado hace cinco años atrás, cuando recién iniciaba sus investigaciones en esa región de la sierra norte del Perú.
Esta investigación tuvo el respaldo científico de los antropólogos físicos Kazuhiro Uzawa y Tomohito Nagaoka. Seki descubrió que los restos de la Dama de Pacopampa presentaba una deformación en la parte posterior del cráneo, además poseía otros misteriosos elementos, entre ellos una sustancia de color azul (posiblemente de origen mineral) que fue untada en sus restos junto al cinabrio, como se tenía por costumbre enterrar a los gobernantes del antiguo Perú en aquella época.
Según señala el antropólogo Kazuhiro Uzawa, la deformación craneana que presenta la Dama de Pacopampa habría sido planificada previamente por sus tutores cuando aún esta era una menor. Para lograr este proceso de deformación se le colocaron tablillas en la parte posterior de la cabeza desde los primeros días de nacida. El estudioso japonés señala que dicho proceso de deformación craneana concluyó cuando la niña cumplió los tres años; al llegar a esa edad, la maza cerebral ya alcanza un crecimiento considerable.
Estas conclusiones que proporcionaron los antropólogos japoneses confirmaron la hipótesis de Yuji Seki, el cual motivó su investigación: indagar el desarrollo del poder político en aquella época del antiguo Perú.
Seki considera que el descubrimiento de los restos de la Dama de Pacopampa es muy importante tanto como los datos obtenidos sobre el proceso de la deformación craneana de la mujer, es que hasta hace poco los estudiosos consideraban que no existían clases sociales en las sociedades del formativo. El hallazgo de los restos de este personaje nos brinda nuevas luces y revela la existencia de grupos de élite en esta incipiente sociedad que se desarrolló en aquella época.
El arqueólogo Yuji Seki, afirma que durante las excavaciones siempre rondaba en su cabeza su hipótesis, y cuando apareció la sorprendente tumba de esta antigua dama sirvió como soporte para corroborar lo que siempre había sostenido.
El investigador japonés está completamente seguro de que la niña, apenas nacida, tuvo un destino definido, y que se hizo realidad cuando llegó a la adultez, cuando se convirtió en un importante personaje, en la lideresa de su pueblo.
El Hallazgo
El hallazgo de los restos de la Dama de Paco Pampa se dio en medio de curiosas anécdotas. El desentierro se realizó la noche previa y el mismo día del cumpleaños del arqueólogo Yuji Seki. Los trabajos duraron 50 horas seguidas soportando el intenso frio de esa región cajamarquina, el equipo dirigido por Seki solo hizo un breve descanso para brindar con agua ardiente.
La primera pista de la existencia de esta tumba fue la aparición de una singular roca en medio de la plataforma principal del complejo arqueológico de San Pedro de Pacopampa.
La dama de los grandes pendientes
Esta antigua dama de gran poder político o religioso ostentaba dos pendientes hechos de oro de unos 25 cm de largo cada uno, los mismos colgaban de dos orejeras hechos también del mismo material que estuvieron incrustadas en los lóbulos de sus orejas. En su tumba también se hallaron otros adornos hechos de piedras y un collar de cuentas hechos de concha de moluscos, que evidencia el intercambio comercial que existía en esa época de Pacopampa con los pueblos de la costa. También una tobillera en el pie derecho de la dama completaba el ajuar funerario.
Junto a sus restos se halló ofrendas, entre ellas una pequeña botella de cuello largo, base plana y cuerpo globular; una compotera que posee orificios en su base pedestal por donde ingresa el aire para mantener la combustión; una taza decorada con líneas y círculos; un cuenco con base plana que fue hallado sobre la compotera y restos de carbón y ceniza que evidencian la realización de algún ritual o ceremonia momentos antes del enterramiento.
Los restos de esta mujer, llamada ahora por sus descubridores como la “Dama de Pacopampa”, ha sido uno de los más importantes descubrimientos del Proyecto Arqueológico Pacopampa. Era una dama andina de entre 25 y 45 años de edad, medía 155 cm de altura. Los estudiosos la consideran muy alta para su época, ya que los demás entierros hallados en Kuntur Wasi (Cajamarca) presentan un promedio de estatura de 1.45m. (Mujeres) y 1.50m. (Hombres); eso quiere decir que la Dama de Pacopampa era más alta en comparación a sus contemporáneos. Hay evidencias que indican que sus restos fueron enterrados antes de la construcción del templo ceremonial, recostada sobre su lado izquierdo y en posición flexionada.
En la presentación de este hallazgo a los medios, el arqueólogo Yuji Seki dijo al diario El Comercio que no se pude afirmar que la Dama de Pacopampa era una reina o una jefa, o si era una especie de consejera cuya sabiduría y poder radicaba en el carácter religioso de sus actos. Podría tratarse de una sacerdotisa que dominaba el mundo sobrenatural y con un fuerte manejo de la ideología, sostuvo.
Los estudiosos afirman que este hallazgo comparte muchas características con las suntuosas tumbas halladas en Kuntur Wasi, como el uso de oro, la posición en cuclillas de los cadáveres, los pigmentos rojos que cubren los cuerpos. Estas similitudes han confirmado los cambios sociales que acontecieron en esa región durante el siglo nueve antes de nuestra era. Aunque había una importante diferencia entre estos dos sitios: En Pacopampa se han hallado evidencias de un uso intensivo de objetos de cobre, algo que no ocurrió en otros sitios de la región Cajamarca. Los investigadores confirmaron que existe un yacimiento de este mineral en esa región que fue explotado desde hace al menos 3000 años y que existe la posibilidad que este haya sido la base del poder de las clases dirigentes de esta antigua sociedad.
Datos de interés
-Pacopampa es un sitio arqueológico que está situado en la sierra norte del Perú, a 1km. del centro poblado menor con el mismo nombre, en el distrito de Querocoto, en la provincia de Chota, en el departamento de Cajamarca, a 2.410 m.s.n.m. El sitio, que pertenece al periodo formativo y que data del 1200 a 500 a.C., aproximadamente, presenta restos de lo que fue un antiguo centro ceremonial de carácter monumental construido a base de piedra tallada y pulida. Es contemporáneo de Chavín de Huántar y Cupisnique, pero no hay evidencias de que tuvieron contacto con ellos.
-El año 2012 los arqueólogos anunciaron también el hallazgo de cinco tumbas más de 2900 años de antigüedad, uno de ellos pertenecería a un importante personaje de la elite de Pacopampa.
-Del mismo modo, en septiembre del 2015, los arqueólogos dieron a conocer el hallazgo de otra tumba más, esta vez se trataba de los restos de dos personajes de alta jerarquía, posiblemente sacerdotes, cuya antigüedad se ha calculado en 2700 años (hacia 700 a. C.). Este hallazgo fue considerado muy importante, porque evidencia que en aquella época ya existían élites sacerdotales que ejercían su poder sobre la población.
Era octubre del año 2009 cuando un equipo de arqueólogos del Proyecto Arqueológico Pacopampa, dirigido por el reconocido arqueólogo japonés Yuji Seki, anunció a los medios de comunicación el hallazgo de la tumba de una mujer, cuyos restos databan del 900 a.C., aproximadamente y, probablemente, se trataba de un personaje que en vida tuvo gran poder en la región. Gracias a la profundidad de la tumba, de 2.10m, este se libró de los huaqueros o los saqueadores durante todo ese tiempo.
En este hallazgo trabajaron conjuntamente los arqueólogos de la Universidad de San Marcos y de la misión arqueológica japonesa que estuvo dirigido por Yuji Seki. Este proyecto arqueológico fue conformado en el año 2005 por un convenio entre el Museo Nacional de Etnología de Osaka, Japón y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú.
El equipo estuvo conformado por un grupo de investigadores y expertos japoneses que analizaron los diversos materiales encontrados, tales como: huesos humanos, cerámica, huesos de animales, minerales, metales, y artefactos líticos. Junto a ellos también participaron asociados y alumnos de dicha casa de estudios.
Ellos hallaron una tumba donde descansaban los restos de una mujer, inusualmente alta para su época, a la que bautizaron como la Dama de Pacopampa y que presenta el cráneo deformado lo cual indica que pertenecía a una clase privilegiada, y al morir (entre los 25 y 45 años) sus restos fueron untados con pigmentos de color azul (azurita) y rojo (cinabrio o sulfuro de mercurio).
Esta historia en realidad comenzó a escribirse hace unos 3 000 años, cuando con el nacimiento de una robusta niña en una de las terrazas más altas del cerro San Pedro, en lo que hoy es la provincia cajamarquina de Chota, se dio inicio a un nuevo pasaje histórico del lejano periodo formativo.
Tras este hecho, el pueblo que habitaba el sitio, al cual hoy conocemos como el complejo arqueológico de San Pedro de Pacopampa (Llanura de alpacas, en el idioma quechua), celebró una fiesta por el nacimiento de la saludable niña que, ya desde sus primeros días de vida, estaba destinada a liderar a su pueblo; desde entonces sería preparada con ese fin.
¿Cómo es posible imaginar estos hechos que ocurrieron hace casi tres mil años? Se preguntarán algunos incrédulos. Pero la respuesta nos lo brindan los científicos del Museo Nacional de Etnología del Japón, quienes trabajaron en este hallazgo, liderados por el arqueólogo Yuji Seki.
Cuando ellos descubrieron la tumba de esta mujer de élite en el Complejo Arqueológico de Pacopampa, hallaron también un detalle muy importante que nos brinda nuevas luces sobre cómo fue la época del periodo formativo.
Una hipótesis confirmada
Para los arqueólogos, el proceso de desenterramiento del contexto funerario, fue muy complicado. En esos días de arduo trabajo, el arqueólogo Yuji Seki, se percató de un detalle muy importante el cual confirmaría una hipótesis que él ya había planteado hace cinco años atrás, cuando recién iniciaba sus investigaciones en esa región de la sierra norte del Perú.
Esta investigación tuvo el respaldo científico de los antropólogos físicos Kazuhiro Uzawa y Tomohito Nagaoka. Seki descubrió que los restos de la Dama de Pacopampa presentaba una deformación en la parte posterior del cráneo, además poseía otros misteriosos elementos, entre ellos una sustancia de color azul (posiblemente de origen mineral) que fue untada en sus restos junto al cinabrio, como se tenía por costumbre enterrar a los gobernantes del antiguo Perú en aquella época.
Según señala el antropólogo Kazuhiro Uzawa, la deformación craneana que presenta la Dama de Pacopampa habría sido planificada previamente por sus tutores cuando aún esta era una menor. Para lograr este proceso de deformación se le colocaron tablillas en la parte posterior de la cabeza desde los primeros días de nacida. El estudioso japonés señala que dicho proceso de deformación craneana concluyó cuando la niña cumplió los tres años; al llegar a esa edad, la maza cerebral ya alcanza un crecimiento considerable.
Estas conclusiones que proporcionaron los antropólogos japoneses confirmaron la hipótesis de Yuji Seki, el cual motivó su investigación: indagar el desarrollo del poder político en aquella época del antiguo Perú.
Seki considera que el descubrimiento de los restos de la Dama de Pacopampa es muy importante tanto como los datos obtenidos sobre el proceso de la deformación craneana de la mujer, es que hasta hace poco los estudiosos consideraban que no existían clases sociales en las sociedades del formativo. El hallazgo de los restos de este personaje nos brinda nuevas luces y revela la existencia de grupos de élite en esta incipiente sociedad que se desarrolló en aquella época.
El arqueólogo Yuji Seki, afirma que durante las excavaciones siempre rondaba en su cabeza su hipótesis, y cuando apareció la sorprendente tumba de esta antigua dama sirvió como soporte para corroborar lo que siempre había sostenido.
El investigador japonés está completamente seguro de que la niña, apenas nacida, tuvo un destino definido, y que se hizo realidad cuando llegó a la adultez, cuando se convirtió en un importante personaje, en la lideresa de su pueblo.
El Hallazgo
El hallazgo de los restos de la Dama de Paco Pampa se dio en medio de curiosas anécdotas. El desentierro se realizó la noche previa y el mismo día del cumpleaños del arqueólogo Yuji Seki. Los trabajos duraron 50 horas seguidas soportando el intenso frio de esa región cajamarquina, el equipo dirigido por Seki solo hizo un breve descanso para brindar con agua ardiente.
La primera pista de la existencia de esta tumba fue la aparición de una singular roca en medio de la plataforma principal del complejo arqueológico de San Pedro de Pacopampa.
La dama de los grandes pendientes
Esta antigua dama de gran poder político o religioso ostentaba dos pendientes hechos de oro de unos 25 cm de largo cada uno, los mismos colgaban de dos orejeras hechos también del mismo material que estuvieron incrustadas en los lóbulos de sus orejas. En su tumba también se hallaron otros adornos hechos de piedras y un collar de cuentas hechos de concha de moluscos, que evidencia el intercambio comercial que existía en esa época de Pacopampa con los pueblos de la costa. También una tobillera en el pie derecho de la dama completaba el ajuar funerario.
Junto a sus restos se halló ofrendas, entre ellas una pequeña botella de cuello largo, base plana y cuerpo globular; una compotera que posee orificios en su base pedestal por donde ingresa el aire para mantener la combustión; una taza decorada con líneas y círculos; un cuenco con base plana que fue hallado sobre la compotera y restos de carbón y ceniza que evidencian la realización de algún ritual o ceremonia momentos antes del enterramiento.
Los restos de esta mujer, llamada ahora por sus descubridores como la “Dama de Pacopampa”, ha sido uno de los más importantes descubrimientos del Proyecto Arqueológico Pacopampa. Era una dama andina de entre 25 y 45 años de edad, medía 155 cm de altura. Los estudiosos la consideran muy alta para su época, ya que los demás entierros hallados en Kuntur Wasi (Cajamarca) presentan un promedio de estatura de 1.45m. (Mujeres) y 1.50m. (Hombres); eso quiere decir que la Dama de Pacopampa era más alta en comparación a sus contemporáneos. Hay evidencias que indican que sus restos fueron enterrados antes de la construcción del templo ceremonial, recostada sobre su lado izquierdo y en posición flexionada.
En la presentación de este hallazgo a los medios, el arqueólogo Yuji Seki dijo al diario El Comercio que no se pude afirmar que la Dama de Pacopampa era una reina o una jefa, o si era una especie de consejera cuya sabiduría y poder radicaba en el carácter religioso de sus actos. Podría tratarse de una sacerdotisa que dominaba el mundo sobrenatural y con un fuerte manejo de la ideología, sostuvo.
Los estudiosos afirman que este hallazgo comparte muchas características con las suntuosas tumbas halladas en Kuntur Wasi, como el uso de oro, la posición en cuclillas de los cadáveres, los pigmentos rojos que cubren los cuerpos. Estas similitudes han confirmado los cambios sociales que acontecieron en esa región durante el siglo nueve antes de nuestra era. Aunque había una importante diferencia entre estos dos sitios: En Pacopampa se han hallado evidencias de un uso intensivo de objetos de cobre, algo que no ocurrió en otros sitios de la región Cajamarca. Los investigadores confirmaron que existe un yacimiento de este mineral en esa región que fue explotado desde hace al menos 3000 años y que existe la posibilidad que este haya sido la base del poder de las clases dirigentes de esta antigua sociedad.
Datos de interés
-Pacopampa es un sitio arqueológico que está situado en la sierra norte del Perú, a 1km. del centro poblado menor con el mismo nombre, en el distrito de Querocoto, en la provincia de Chota, en el departamento de Cajamarca, a 2.410 m.s.n.m. El sitio, que pertenece al periodo formativo y que data del 1200 a 500 a.C., aproximadamente, presenta restos de lo que fue un antiguo centro ceremonial de carácter monumental construido a base de piedra tallada y pulida. Es contemporáneo de Chavín de Huántar y Cupisnique, pero no hay evidencias de que tuvieron contacto con ellos.
-El año 2012 los arqueólogos anunciaron también el hallazgo de cinco tumbas más de 2900 años de antigüedad, uno de ellos pertenecería a un importante personaje de la elite de Pacopampa.
-Del mismo modo, en septiembre del 2015, los arqueólogos dieron a conocer el hallazgo de otra tumba más, esta vez se trataba de los restos de dos personajes de alta jerarquía, posiblemente sacerdotes, cuya antigüedad se ha calculado en 2700 años (hacia 700 a. C.). Este hallazgo fue considerado muy importante, porque evidencia que en aquella época ya existían élites sacerdotales que ejercían su poder sobre la población.
Fuente PERÚ FOLKLÓRICO