La Vía Láctea es más desordenada y caótica de lo pensado

Un nuevo descubrimiento obliga a modificar los modelos sobre la evolución de la Vía Láctea, ya que la distribución de los gases y polvos que la acompañan es desordenada y caótica, en contra de lo que se creía hasta ahora. Esto impacta fuertemente en nuestra comprensión de la vida de las galaxias.

Astrónomos de la Universidad de Ginebra han concluido en un nuevo estudio que la Vía Láctea es caótica y desordenada en cuanto a la distribución de los materiales y elementos que la componen. Gases, polvos y metales no parecen combinarse de forma homogénea como lo establecen las teorías tradicionales: por el contrario, siguen una configuración azarosa que cambia gran parte de las concepciones establecidas en torno a la evolución de las galaxias.

El entorno que compone la Vía Láctea reúne los metales producidos por las estrellas, las partículas de polvo que se han formado a partir de estos metales y también los gases del exterior de la galaxia que entran regularmente en ella, o sea el «gas virgen» que viene desde afuera y permite la creación de nuevas estrellas.

Hasta el momento se pensaba que todos estos elementos mantenían una interacción uniforme y en cierto modo previsible, pero el nuevo estudio derrumba esta teoría e indica que se comportan sin seguir una organización lógica, por lo menos de acuerdo a los esquemas establecidos hasta hoy.

De acuerdo a este enfoque, sería necesario modificar por completo las simulaciones y los postulados sobre la evolución de la Vía Láctea. El estudio suizo, publicado recientemente en la revista Nature, se basa en observaciones de la atmósfera de 25 estrellas, que se realizaron utilizando el telescopio Hubble de la NASA y el Very Large Telescope (VLT) de la ESO.

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La metalicidad solar en la Vía Láctea

Según una nota de prensa, los modelos teóricos vigentes consideraban que los tres elementos que componen el entorno de la Vía Láctea, o sea los metales de origen estelar, el polvo galáctico y los gases que provienen del exterior de la galaxia, estaban mezclados con cierta lógica y alcanzaban la metalicidad solaren todas partes de la Vía Láctea.

La metalicidad solar se refiere al logro de un nivel de enriquecimiento químico similar al de la atmósfera del Sol: el mismo se obtiene a partir de los metales que poseen las estrellas, que se vuelcan al medio galáctico cuando las mismas llegan al final de su vida. Supuestamente, esta metalicidad tendría que ser uniforme en toda la galaxia, con un ligero aumento en el centro, donde las estrellas son más numerosas.

Según las observaciones realizadas por los científicos, no solo el entorno de la Vía Láctea no es homogéneo, sino que además algunas de las áreas estudiadas alcanzan únicamente el 10% de los metales solares. Esto indicaría que los modelos actualmente establecidos sobre la formación y el desarrollo de la Vía Láctea serían inexactos.

¿Por qué? Básicamente, porque hasta el momento se sostiene que durante la conformación de la Vía Láctea, hace más de 10 mil millones de años, no existían metales. Los mismos llegaron a partir del aporte de las estrellas, que enriquecieron gradualmente el ambiente con los metales que producían, haciéndolo de una forma homogénea en los diversos sectores de la galaxia.

Si esto no fue así, como lo indica el nuevo estudio, los conceptos sobre la formación de las galaxias, y en particular de la Vía Láctea, cambiarían rotundamente. Se sabe que los niveles de metalicidad son claves en la formación de estrellas, polvo cósmico, moléculas y planetas. En consecuencia, se podrían formar nuevas estrellas y planetas a partir de gases con composiciones muy diferentes. ¿Será esta investigación el inicio de una nueva comprensión sobre la dinámica de las estructuras cósmicas?




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