La creciente investigación correlaciona niveles más altos de vitamina D en sangre con una menor incidencia o gravedad de COVID-19. Así lo ha determinado una investigación encabezada por el Consejo para la Nutrición Responsable (CRN). La organización sin fines de lucro aplaude el “vínculo significativo” que se encuentra en la mayoría de los 13 metaanálisis de más de 100 ensayos clínicos que han estudiado específicamente la relación entre la vitamina D y el COVID-19.
Con la llegada del otoño y el cambio de hora, en la mayoría de países las horas de sol se han visto reducidas. La fuente natural más importante de la vitamina D es, precisamente, los rayos de sol. Un clima más frío y unas jornadas con menos horas de sol juegan a favor de la deficiencia de este importante nutriente que sirve para proteger las defensas y reforzar la salud inmunológica.
Aquellos que necesitan un aporte extra de vitamina D en los meses de otoño e invierno pueden recurrir a la suplementación. Ahora es fácil y económico comprar vitamina D en gotas, cápsulas u otras presentaciones que puedes consultar con tu médico.
Sin embargo, este creciente cuerpo de investigación no indica que la vitamina D sea un sustituto de las vacunas, “se deben seguir cumpliendo las normas de convivencia que venimos implantando en los últimos meses para poder capear el virus”, ha subrayado Luke Huber, vicepresidente de asuntos científicos y regulatorios de CRN.
Vitamina D para mejorar el sistema inmune
Asimismo, Huber indica que “los niveles de vitamina D pueden jugar un papel importante en el fortalecimiento del sistema inmunológico para resistir el virus". Sin ir más lejos, de los 13 metaanálisis que cita el CRN, la mayoría examinó los niveles sanguíneos de vitamina D y COVID-19, mientras que dos examinaron exclusivamente el consumo de vitamina D en relación con la enfermedad.
La vitamina D puede ser fundamental para reforzar el buen funcionamiento del sistema inmunitario; además, ahora estas evidencias que ya eran conocidas están respaldadas por “múltiples estudios que están demostrando los beneficios de este nutriente en COVID-19”, afirma Huber.
De hecho, la mayoría de las revisiones encontraron que los niveles más altos de vitamina D en sangre parecen estar correlacionados con una menor incidencia de COVID-19. Varios, pero no todos los metaanálisis, encontraron que una mayor gravedad y mortalidad por COVID-19 se asociaron con niveles más bajos de vitamina D. Cabe señalar que el momento y la dosis de las intervenciones pueden haber influido en los diferentes resultados.
Mecanismo de acción
Se desconoce cómo la vitamina D podría reducir los resultados graves de COVID-19. No obstante, los científicos han propuesto ciertas teorías. Por su parte, CRN apunta que los niveles adecuados de vitamina D, así como una dieta sana y equilibrada, en particular la dieta mediterránea, se han identificado como beneficiosos para contrarrestar esta respuesta inflamatoria.
La reducción de la inflamación podría, a su vez, aliviar la “tormenta de citocinas”. Esto se refiere a la infección que hace que el sistema inmunológico inunde el torrente sanguíneo con proteínas inflamatorias llamadas citocinas. Esta cascada de reacciones inflamatorias puede matar tejidos y dañar órganos. Desempeña un papel fundamental en los resultados de los pacientes con COVID-19.
Por último, la vitamina D puede exhibir efectos antivirales al interferir con la replicación viral y a través de su capacidad para estimular el sistema inmunológico y reducir la inflamación. Asimismo, la vitamina D también se ha explorado en combinación con otros suplementos, como los probióticos, para mejorar la capacidad a la hora de combatir el COVID-19 u otras enfermedades que atacan directamente a las defensas del organismo.
Con la llegada del otoño y el cambio de hora, en la mayoría de países las horas de sol se han visto reducidas. La fuente natural más importante de la vitamina D es, precisamente, los rayos de sol. Un clima más frío y unas jornadas con menos horas de sol juegan a favor de la deficiencia de este importante nutriente que sirve para proteger las defensas y reforzar la salud inmunológica.
Aquellos que necesitan un aporte extra de vitamina D en los meses de otoño e invierno pueden recurrir a la suplementación. Ahora es fácil y económico comprar vitamina D en gotas, cápsulas u otras presentaciones que puedes consultar con tu médico.
Sin embargo, este creciente cuerpo de investigación no indica que la vitamina D sea un sustituto de las vacunas, “se deben seguir cumpliendo las normas de convivencia que venimos implantando en los últimos meses para poder capear el virus”, ha subrayado Luke Huber, vicepresidente de asuntos científicos y regulatorios de CRN.
Vitamina D para mejorar el sistema inmune
Asimismo, Huber indica que “los niveles de vitamina D pueden jugar un papel importante en el fortalecimiento del sistema inmunológico para resistir el virus". Sin ir más lejos, de los 13 metaanálisis que cita el CRN, la mayoría examinó los niveles sanguíneos de vitamina D y COVID-19, mientras que dos examinaron exclusivamente el consumo de vitamina D en relación con la enfermedad.
La vitamina D puede ser fundamental para reforzar el buen funcionamiento del sistema inmunitario; además, ahora estas evidencias que ya eran conocidas están respaldadas por “múltiples estudios que están demostrando los beneficios de este nutriente en COVID-19”, afirma Huber.
De hecho, la mayoría de las revisiones encontraron que los niveles más altos de vitamina D en sangre parecen estar correlacionados con una menor incidencia de COVID-19. Varios, pero no todos los metaanálisis, encontraron que una mayor gravedad y mortalidad por COVID-19 se asociaron con niveles más bajos de vitamina D. Cabe señalar que el momento y la dosis de las intervenciones pueden haber influido en los diferentes resultados.
Mecanismo de acción
Se desconoce cómo la vitamina D podría reducir los resultados graves de COVID-19. No obstante, los científicos han propuesto ciertas teorías. Por su parte, CRN apunta que los niveles adecuados de vitamina D, así como una dieta sana y equilibrada, en particular la dieta mediterránea, se han identificado como beneficiosos para contrarrestar esta respuesta inflamatoria.
La reducción de la inflamación podría, a su vez, aliviar la “tormenta de citocinas”. Esto se refiere a la infección que hace que el sistema inmunológico inunde el torrente sanguíneo con proteínas inflamatorias llamadas citocinas. Esta cascada de reacciones inflamatorias puede matar tejidos y dañar órganos. Desempeña un papel fundamental en los resultados de los pacientes con COVID-19.
Por último, la vitamina D puede exhibir efectos antivirales al interferir con la replicación viral y a través de su capacidad para estimular el sistema inmunológico y reducir la inflamación. Asimismo, la vitamina D también se ha explorado en combinación con otros suplementos, como los probióticos, para mejorar la capacidad a la hora de combatir el COVID-19 u otras enfermedades que atacan directamente a las defensas del organismo.
Fuente NCYT