El conocimiento es una propiedad emergente del cerebro colectivo de nuestra especie

La neurociencia cognitiva debe abrir una nueva era de investigación que reconozca que el conocimiento humano no es la suma de muchos cerebros individuales, sino una propiedad emergente de nuestra especie basada en un cerebro colectivo.

Si queremos comprender el papel que desempeña el conocimiento en la inteligencia humana, es necesario mirar más allá del cerebro individual y estudiar la comunidad.

Esta es la propuesta que realizan el neurocientífico Aron Barbey, profesor de psicología en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign; Richard Patterson, profesor emérito de filosofía en la Universidad de Emory; y Steven Sloman, profesor de ciencias cognitivas, lingüísticas y psicológicas en la Universidad de Brown, en un rompedor artículo publicado en Frontiers in Systems Neuroscience, según se informa en un comunicado.

Su punto de partida, que la cognición humana se extiende al mundo físico y al cerebro de los demás: es, en gran medida, una actividad de grupo, no individual, porque dependemos de los otros para razonar, juzgar y tomar decisiones.

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Perspectiva limitada

Añaden que los métodos neurocientíficos empleados en la actualidad, como la resonancia magnética funcional (que mide pequeños cambios en el flujo sanguíneo que ocurren con la actividad del cerebro), se diseñaron para rastrear la actividad en un cerebro individual.

Sin embargo, estos métodos tienen una capacidad limitada para capturar la dinámica que ocurre cuando los individuos interactúan en grandes comunidades, por lo que plantean la necesidad de ampliar los estudios neurocientíficos más allá de los cerebros individuales.

Piden a los neurocientíficos que incorporen las disciplinas de las ciencias sociales para comprender mejor cómo piensa la gente.

Plantean que se necesita incorporar, no solo los descubrimientos de las neurociencias, sino también los de la psicología social, la antropología social y otras disciplinas, porque están mejor posicionadas para estudiar la cognición humana en su conjunto.

Nueva evidencia

Este planteamiento responde a una evidencia cada vez más reconocida, tal como plantea el Instituto Kavli: el inmenso éxito ecológico de nuestra especie no ha dependido de nuestra inteligencia o racionalidad abovedada, ni de ninguna serie de adaptaciones genéticas locales, como ha ocurrido en otras especies.

La supervivencia y el éxito humanos son el resultado de la herencia de grandes cuerpos de información transmitida culturalmente, que se acumula y se agrega a lo largo de generaciones para producir adaptaciones culturales, añade.

Y concluye: por lo tanto, nuestra inteligencia aparente se deriva más de nuestros cerebros colectivos, que de nuestra inteligencia individual. Algo que también está asociado a la innovación, tal como ha planteado, entre otros, el profesor asociado de psicología económica en la London School of Economics, Michael Muthukrishna.

Capturar el cerebro colectivo

Los autores de este artículo plantean que el gran desafío para la neurociencia cognitiva es cómo capturar el conocimiento que no reside en el cerebro individual, sino en nuestro cerebro colectivo.

Eso supone trascender la idea dominante hasta ahora de que el conocimiento está representado en un cerebro y representado por un individuo, y que a lo más que llega ese conocimiento es a su transferencia entre individuos.

Los investigadores añaden que la cognición humana es en realidad una empresa colectiva y que, por lo tanto, no se encuentra dentro de un solo individuo.

Más bien es una propiedad emergente: refleja el conocimiento y las representaciones colectivas que se distribuyen dentro de una comunidad, en este caso, la especie humana.

Potenciar el nuevo enfoque

Destacan que la neurociencia cognitiva no ha ignorado estas tendencias en el estudio de la cognición, aunque advierten que estos aspectos han sido relativamente poco investigados.

No obstante, detallan que lo avanzado en ese campo representa un marco prometedor para extender la neurociencia cognitiva más allá del estudio de los cerebros individuales y de sus interacciones con otros cerebros.

Concluyen que la neurociencia cognitiva, tal como está planteada en la actualidad, no puede explicar el funcionamiento mental, por lo que proponen una serie de líneas de investigación que podrían ayudar a comprender mejor el emergente fenómeno del cerebro colectivo.

Nueva era de neurociencia cognitiva

Plantean que una mayor comprensión de cómo las personas comparten conocimientos ayudaría a revelar la naturaleza real y los límites de la representación neuronal, y arrojaría luz sobre cómo las personas organizan la información al revelar cómo creen que se distribuye en la comunidad y el mundo.

Por eso propugnan una nueva era en la neurociencia cognitiva, que busque establecer teorías explicativas de la mente humana y que reconozca la naturaleza comunitaria del conocimiento.

Concluyen que es preciso evaluar las representaciones cognitivas y neuronales a nivel de la comunidad, ampliando el alcance de la investigación y la teoría en neurociencia cognitiva, asumiendo cuánto de lo que pensamos depende de otras personas.




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