Es posible comunicarse con los demás aunque estemos bajo los efectos de la anestesia, sobre todo en el caso de las mujeres
La consciencia puede perdurar a pesar de la anestesia, permitiendo una forma de “consciencia conectada” en la que muchos pacientes que están siendo operados pueden comunicarse con los demás… aunque estén inconscientes. Toda una revelación sobre los laberintos de la consciencia.
La anestesia general tiene como objetivo proporcionar a los personas un estado en el que puedan tolerar intervenciones quirúrgicas agresivas.
Ese estado se consigue mediante un cóctel de medicamentos que aseguran una alteración de la consciencia, conocida científicamente como hipnosis farmacológica, que lleva a la persona a experimentar una ausencia de consciencia de su entorno.
Tal como se explica en un artículo publicado en 2019 en la revista Frontiers in Systems Neuroscience, que dibuja una imagen del estado actual del conocimiento sobre la inconsciencia inducida por medicamentos, la anestesia general no apaga el cerebro globalmente y no siempre produce una ausencia total de consciencia: puede alterarse en varios grados por efecto de medicamentos específicos.
Eso implica que lo que consigue la anestesia es alterar la consciencia de forma reversible, algo que, dependiendo de los medicamentos aplicados y de las dosis correspondientes, puede surtir diferentes efectos.
Anestesia y consciencia
Un primer efecto, y es el que realmente se persigue con la anestesia general, es la ausencia total de experiencia subjetiva, también llamada inconsciencia.
Pero la anestesia puede provocar también otros estados, como la experiencia consciente sin percepción del entorno, llamada consciencia desconectada, similar a la que se produce cuando dormimos.
Por último, la anestesia general puede provocar un tercer estado, llamado consciencia conectada, durante el cual la persona inconsciente mantiene un hilo de consciencia del entorno y puede responder a los estímulos, como un apretón de manos.
Otra característica de los estados de consciencia provocados por la anestesia general es que cada uno de ellos puede ser evocado con posterioridad en forma de recuerdos explícitos o implícitos.
Explorando la consciencia
Por todos estos motivos, la anestesia se considera como un recurso poderoso para explorar la consciencia. Durante los últimos años, los avances en la exploración de la función cerebral han permitido una mejor comprensión de los correlatos neurales de la consciencia y de sus alteraciones durante la anestesia, sin que todavía la ciencia haya adquirido una noción clara de lo que es la consciencia en todas sus dimensiones
Una nueva investigación de la Universidad de Sydney, cuyos resultados se publican en la revista British Journal of Anesthesia, arroja nueva luz sobre los laberintos por los que discurre la consciencia durante los procesos de anestesia general.
La nueva investigación se ha centrado en uno de los efectos que produce la anestesia general: la consciencia conectada. Ha descubierto que afecta a 1 de cada 10 adultos jóvenes, y más a las mujeres que a los hombres.
La conciencia conectada se refiere a la experiencia subjetiva de uno mismo que mantiene un paciente anestesiado, así como a la percepción de la información del entorno que registra en estado inconsciente, algo que puede ocurrir en episodios de duración variable.
Según investigaciones previas, estos episodios de consciencia conectada se habían podido observar inmediatamente después de la laringoscopia y la intubación traqueal en aproximadamente el 5% de los pacientes.
Nueva frontera
La nueva investigación rompe este límite y amplía considerablemente el impacto de la anestesia sobre la consciencia conectada: se produce hasta el en 11% de los adultos jóvenes.
Otra observación importante: mientras que la consciencia desconectada se refiere a la consciencia interna, la consciencia conectada se refiere tanto a la consciencia externa como interna durante la anestesia.
La consciencia externa se define como la percepción de estímulos sensoriales ambientales (p. ej., auditivos, visuales, olfativos o somestésicos), mientras que la consciencia interna se refiere a todos los pensamientos independientes de los estímulos ambientales. Ambas características están presentes en los episodios de consciencia conectada.
En el caso de este estudio, los científicos comprobaron que uno de cada 10 de los 338 adultos jóvenes analizados, todos de entre 18 y 40 años, respondió a las indicaciones que les pedían que apretaran la mano de los investigadores una vez si entendían, y dos veces si tenían dolor mientras estaban bajo anestesia general.
Consciencia conectada
Es más, una hora después de despertarse, se pidió a los participantes que recordaran 16 palabras que habían escuchado bajo anestesia, para ver qué recordaban de la experiencia.
Los investigadores descubrieron que las mujeres tenían entre dos y tres veces más probabilidades que los hombres de experimentar una "conciencia conectada", descubrió el estudio.
Alrededor del 13 por ciento de las mujeres respondieron a las órdenes bajo anestesia, en comparación con solo el 6 por ciento de los hombres, a pesar de que recibieron las mismas dosis del anestésico.
Los investigadores también apreciaron que la mitad de las 37 personas que respondieron a las indicaciones también señalaron que sentían dolor, lo que llevó a aumentar la dosis de anestesia.
"En nuestra opinión, este es un nivel de conciencia más alto de lo que anticipan los pacientes (o sus anestesiólogos) durante la anestesia general", escriben los investigadores en su artículo.
Punto de partida
Y la última conclusión de este estudio: solo una persona recordó claramente la experiencia de la cirugía después de que terminó el procedimiento.
“Los datos del estudio nos han brindado un punto de partida crucial para mejorar nuestra comprensión de la consciencia conectada”, señala el autor principal, Robert Sanders, en un comunicado.
Añade que esta investigación también destaca la necesidad de comprender mejor cómo responden las diferentes personas a la medicación anestésica.
“Hay una necesidad urgente de más investigación sobre las diferencias biológicas, particularmente el sexo, que pueden influir en la sensibilidad a la medicación anestésica”, concluye.
La consciencia puede perdurar a pesar de la anestesia, permitiendo una forma de “consciencia conectada” en la que muchos pacientes que están siendo operados pueden comunicarse con los demás… aunque estén inconscientes. Toda una revelación sobre los laberintos de la consciencia.
La anestesia general tiene como objetivo proporcionar a los personas un estado en el que puedan tolerar intervenciones quirúrgicas agresivas.
Ese estado se consigue mediante un cóctel de medicamentos que aseguran una alteración de la consciencia, conocida científicamente como hipnosis farmacológica, que lleva a la persona a experimentar una ausencia de consciencia de su entorno.
Tal como se explica en un artículo publicado en 2019 en la revista Frontiers in Systems Neuroscience, que dibuja una imagen del estado actual del conocimiento sobre la inconsciencia inducida por medicamentos, la anestesia general no apaga el cerebro globalmente y no siempre produce una ausencia total de consciencia: puede alterarse en varios grados por efecto de medicamentos específicos.
Eso implica que lo que consigue la anestesia es alterar la consciencia de forma reversible, algo que, dependiendo de los medicamentos aplicados y de las dosis correspondientes, puede surtir diferentes efectos.
Anestesia y consciencia
Un primer efecto, y es el que realmente se persigue con la anestesia general, es la ausencia total de experiencia subjetiva, también llamada inconsciencia.
Pero la anestesia puede provocar también otros estados, como la experiencia consciente sin percepción del entorno, llamada consciencia desconectada, similar a la que se produce cuando dormimos.
Por último, la anestesia general puede provocar un tercer estado, llamado consciencia conectada, durante el cual la persona inconsciente mantiene un hilo de consciencia del entorno y puede responder a los estímulos, como un apretón de manos.
Otra característica de los estados de consciencia provocados por la anestesia general es que cada uno de ellos puede ser evocado con posterioridad en forma de recuerdos explícitos o implícitos.
Explorando la consciencia
Por todos estos motivos, la anestesia se considera como un recurso poderoso para explorar la consciencia. Durante los últimos años, los avances en la exploración de la función cerebral han permitido una mejor comprensión de los correlatos neurales de la consciencia y de sus alteraciones durante la anestesia, sin que todavía la ciencia haya adquirido una noción clara de lo que es la consciencia en todas sus dimensiones
Una nueva investigación de la Universidad de Sydney, cuyos resultados se publican en la revista British Journal of Anesthesia, arroja nueva luz sobre los laberintos por los que discurre la consciencia durante los procesos de anestesia general.
La nueva investigación se ha centrado en uno de los efectos que produce la anestesia general: la consciencia conectada. Ha descubierto que afecta a 1 de cada 10 adultos jóvenes, y más a las mujeres que a los hombres.
La conciencia conectada se refiere a la experiencia subjetiva de uno mismo que mantiene un paciente anestesiado, así como a la percepción de la información del entorno que registra en estado inconsciente, algo que puede ocurrir en episodios de duración variable.
Según investigaciones previas, estos episodios de consciencia conectada se habían podido observar inmediatamente después de la laringoscopia y la intubación traqueal en aproximadamente el 5% de los pacientes.
Nueva frontera
La nueva investigación rompe este límite y amplía considerablemente el impacto de la anestesia sobre la consciencia conectada: se produce hasta el en 11% de los adultos jóvenes.
Otra observación importante: mientras que la consciencia desconectada se refiere a la consciencia interna, la consciencia conectada se refiere tanto a la consciencia externa como interna durante la anestesia.
La consciencia externa se define como la percepción de estímulos sensoriales ambientales (p. ej., auditivos, visuales, olfativos o somestésicos), mientras que la consciencia interna se refiere a todos los pensamientos independientes de los estímulos ambientales. Ambas características están presentes en los episodios de consciencia conectada.
En el caso de este estudio, los científicos comprobaron que uno de cada 10 de los 338 adultos jóvenes analizados, todos de entre 18 y 40 años, respondió a las indicaciones que les pedían que apretaran la mano de los investigadores una vez si entendían, y dos veces si tenían dolor mientras estaban bajo anestesia general.
Consciencia conectada
Es más, una hora después de despertarse, se pidió a los participantes que recordaran 16 palabras que habían escuchado bajo anestesia, para ver qué recordaban de la experiencia.
Los investigadores descubrieron que las mujeres tenían entre dos y tres veces más probabilidades que los hombres de experimentar una "conciencia conectada", descubrió el estudio.
Alrededor del 13 por ciento de las mujeres respondieron a las órdenes bajo anestesia, en comparación con solo el 6 por ciento de los hombres, a pesar de que recibieron las mismas dosis del anestésico.
Los investigadores también apreciaron que la mitad de las 37 personas que respondieron a las indicaciones también señalaron que sentían dolor, lo que llevó a aumentar la dosis de anestesia.
"En nuestra opinión, este es un nivel de conciencia más alto de lo que anticipan los pacientes (o sus anestesiólogos) durante la anestesia general", escriben los investigadores en su artículo.
Punto de partida
Y la última conclusión de este estudio: solo una persona recordó claramente la experiencia de la cirugía después de que terminó el procedimiento.
“Los datos del estudio nos han brindado un punto de partida crucial para mejorar nuestra comprensión de la consciencia conectada”, señala el autor principal, Robert Sanders, en un comunicado.
Añade que esta investigación también destaca la necesidad de comprender mejor cómo responden las diferentes personas a la medicación anestésica.
“Hay una necesidad urgente de más investigación sobre las diferencias biológicas, particularmente el sexo, que pueden influir en la sensibilidad a la medicación anestésica”, concluye.
Fuente LEVANTE