Se teme que lo peor está por llegar. El drama absoluto se daría en forma de catástrofe radioactiva.
Desde que el pasado 24 de febrero las tropas de Rusia invadieron a la vecina nación de Ucrania, la guerra ha sido imparable. Y el caso es que a cada instantelas cosas parecen ir de mal en peor, porque lejos da la sensación de estar el final de este conflicto. Las amenazas permanentes del Kremlin conducido con pouño de hierro por Vladimir Putin llegan una tras otra y el país presidido por Volodimir Zelenski no encuentra la salida hacia la paz.
La artillería rusa disparó durante la noche contra ciudades ucranianas al otro lado del río de la central nuclear de Zaporiyia, informaron autoridades locales, lo que agravó el temor de los residentes, ya que los informes sobre los bombardeos en torno a la central hacían temer una catástrofe radiactiva.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el domingo que hubo más bombardeos ucranianos contra la planta en las últimas 24 horas, justo un día después de que Moscú y Kiev intercambiaron acusaciones de atacar la mayor planta nuclear de Europa, lo que ha provocado una gran preocupación internacional.
La empresa nuclear ucraniana Energoatom sostuvo que no tenía nueva información sobre los ataques a la planta. Capturado por las tropas rusas en marzo, pero todavía gestionado por personal ucraniano, el complejo, situado en la línea del frente sur de la guerra, ha sido uno de los principales focos del conflicto, que dura ya seis meses.
El gobernador de la región, Oleksandr Starukh, indicó el domingo en Telegram que las fuerzas rusas atacaron edificios residenciales en la principal ciudad de la región, Zaporiyia, a unas dos horas en auto de la planta y en Orikhiv, más al este.
El sábado, Starukh informó a la televisión ucraniana que se estaba enseñando a los residentes cómo utilizar el yodo en caso de una fuga de radiación. El Ejército ucraniano informó en su informe diario del bombardeo de otras nueve localidades de la zona, en la orilla opuesta del río Dniéper a la planta, mientras que la agencia RIA citó al Ministerio de Defensa ruso diciendo que su fuerza aérea atacó una planta de Motor Sich en donde se reparaban helicópteros. Reuters no pudo verificar los informes.
Bombardeo a la central nuclear de Zaporiyia
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, dijo que nueve proyectiles disparados por la artillería ucraniana en dos ataques cayeron en terrenos de la planta nuclear.
"En estos momentos, el personal técnico a tiempo completo está supervisando el estado técnico de la central nuclear y garantizando su funcionamiento. La situación de la radiación en la zona de la central nuclear sigue siendo normal", dijo en un comunicado. Naciones Unidas y Kiev han pedido la retirada de equipos y personal militar de la planta para garantizar que no sea un objetivo.
El continente está en franco peligro
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, afirmó que el Ejército ruso ha convertido la planta en una base militar, poniendo en riesgo a todo el continente, y que no tienen nada que hacer allí.
"Los militares rusos deben salir de la planta", afirmó en Twitter. El organismo de control nuclear de la ONU, el OIEA, está a la espera de recibir autorización para que sus funcionarios visiten la planta, la que su director dijo el jueves que debe de estar "muy, muy cerca".
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, advirtió el viernes de que la situación en Zaporiyia seguía siendo "muy riesgosa", un día después de que se tardara horas en volver a conectar dos de sus reactores a la red después de que bombardeos la sacaron de línea.
Desde que el pasado 24 de febrero las tropas de Rusia invadieron a la vecina nación de Ucrania, la guerra ha sido imparable. Y el caso es que a cada instantelas cosas parecen ir de mal en peor, porque lejos da la sensación de estar el final de este conflicto. Las amenazas permanentes del Kremlin conducido con pouño de hierro por Vladimir Putin llegan una tras otra y el país presidido por Volodimir Zelenski no encuentra la salida hacia la paz.
La artillería rusa disparó durante la noche contra ciudades ucranianas al otro lado del río de la central nuclear de Zaporiyia, informaron autoridades locales, lo que agravó el temor de los residentes, ya que los informes sobre los bombardeos en torno a la central hacían temer una catástrofe radiactiva.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el domingo que hubo más bombardeos ucranianos contra la planta en las últimas 24 horas, justo un día después de que Moscú y Kiev intercambiaron acusaciones de atacar la mayor planta nuclear de Europa, lo que ha provocado una gran preocupación internacional.
La empresa nuclear ucraniana Energoatom sostuvo que no tenía nueva información sobre los ataques a la planta. Capturado por las tropas rusas en marzo, pero todavía gestionado por personal ucraniano, el complejo, situado en la línea del frente sur de la guerra, ha sido uno de los principales focos del conflicto, que dura ya seis meses.
El gobernador de la región, Oleksandr Starukh, indicó el domingo en Telegram que las fuerzas rusas atacaron edificios residenciales en la principal ciudad de la región, Zaporiyia, a unas dos horas en auto de la planta y en Orikhiv, más al este.
El sábado, Starukh informó a la televisión ucraniana que se estaba enseñando a los residentes cómo utilizar el yodo en caso de una fuga de radiación. El Ejército ucraniano informó en su informe diario del bombardeo de otras nueve localidades de la zona, en la orilla opuesta del río Dniéper a la planta, mientras que la agencia RIA citó al Ministerio de Defensa ruso diciendo que su fuerza aérea atacó una planta de Motor Sich en donde se reparaban helicópteros. Reuters no pudo verificar los informes.
Bombardeo a la central nuclear de Zaporiyia
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, dijo que nueve proyectiles disparados por la artillería ucraniana en dos ataques cayeron en terrenos de la planta nuclear.
"En estos momentos, el personal técnico a tiempo completo está supervisando el estado técnico de la central nuclear y garantizando su funcionamiento. La situación de la radiación en la zona de la central nuclear sigue siendo normal", dijo en un comunicado. Naciones Unidas y Kiev han pedido la retirada de equipos y personal militar de la planta para garantizar que no sea un objetivo.
El continente está en franco peligro
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, afirmó que el Ejército ruso ha convertido la planta en una base militar, poniendo en riesgo a todo el continente, y que no tienen nada que hacer allí.
"Los militares rusos deben salir de la planta", afirmó en Twitter. El organismo de control nuclear de la ONU, el OIEA, está a la espera de recibir autorización para que sus funcionarios visiten la planta, la que su director dijo el jueves que debe de estar "muy, muy cerca".
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, advirtió el viernes de que la situación en Zaporiyia seguía siendo "muy riesgosa", un día después de que se tardara horas en volver a conectar dos de sus reactores a la red después de que bombardeos la sacaron de línea.
Fuente DIARIO 26