La señal del cambio del campo magnético es débil pero estadísticamente significativa
Buscando pruebas
Hasta el momento, los científicos estadounidenses concentran sus esfuerzos en hallar los sitios más vulnerables y generar acciones que reduzcan daños, ante la ausencia de un sistema efectivo de detección temprana. Sin embargo, si pudiera comprobarse la efectividad de un método como el indicado en el nuevo estudio, los eventos de mediana o gran magnitud podrían predecirse algunos días antes de que sucedan, permitiendo poner en marcha un mecanismo de contingencia.
Se ha sostenido durante muchos años que los días previos a los terremotos actúan fuerzas geológicas que deforman la corteza terrestre de formas sutiles, las cuales podrían predecir la catástrofe que se avecina. Una de esas señales podría involucrar pequeños “parpadeos” en el campo magnético, que sube y baja alrededor de nuestro planeta. Hasta el momento, la búsqueda de firmas magnéticas para temblores inminentes no se ha podido considerar como un método efectivo de prevención, por falta de pruebas convincentes.
En el marco de la nueva investigación, los especialistas tuvieron en cuenta otros tipos de procesos que podrían afectar a los magnetómetros pero que no tienen nada que ver con los terremotos, como por ejemplo el tráfico en hora punta. Diferenciar este tipo de ruido de las posibles señales relacionadas con terremotos es la barrera más importante a derribar para interpretar correctamente estos datos, según los científicos.
Más allá de esto, luego de entrenar sus algoritmos con la mitad del conjunto de datos, los investigadores identificaron una señal que indicaba cambios en el campo magnético entre 72 y 24 horas antes de los terremotos. Los expertos creen que la técnica puede llegar a mejorarse en futuras investigaciones, logrando discriminar con eficacia las señales de terremotos de otros tipos de signos.
Los magnetómetros han detectado señales débiles de modificaciones en el campo magnético antes de distintos terremotos ocurridos en las fallas de California entre 2005 y 2019: podrían mejorar nuestra comprensión de lo que sucede antes de los terremotos y ofrecer una promesa para la detección temprana.
Un grupo de científicos de la firmas privadas Stellar Solutions y Google Accelerated Science, en Estados Unidos, concluyeron en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Journal of Geophysical Research: Solid Earth que existen débiles señales en el campo magnético de la Tierra que se registran con antelación a los terremotos de mediana o gran intensidad. Los investigadores recopilaron datos de 2005 a 2019, plazo en el que ocurrieron 19 terremotos de magnitud 4,5 o más en la escala sismológica de Richter, en las fallas de California.
Un grupo de científicos de la firmas privadas Stellar Solutions y Google Accelerated Science, en Estados Unidos, concluyeron en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Journal of Geophysical Research: Solid Earth que existen débiles señales en el campo magnético de la Tierra que se registran con antelación a los terremotos de mediana o gran intensidad. Los investigadores recopilaron datos de 2005 a 2019, plazo en el que ocurrieron 19 terremotos de magnitud 4,5 o más en la escala sismológica de Richter, en las fallas de California.
Variaciones en el campo magnético
De acuerdo a una publicación de la Unión Geofísica Estadounidense (AGU), los especialistas identificaron cambios detectables en el campo magnético local, que ocurren 2 ó 3 días antes de un terremoto. Aunque la señal de la variación en el campo magnético es muy leve, al mismo tiempo es estadísticamente significativa, teniendo en cuenta la cantidad de veces que fue detectada en los casos analizados. Los sismólogos esperan que su técnica pueda refinarse en nuevos estudios, para eventualmente ayudar a pronosticar terremotos.
A pesar de este hallazgo, el Servicio Geológico de Estados Unidos afirma que a lo largo de décadas de trabajo no se ha podido reunir una evidencia convincente de precursores electromagnéticos de los terremotos. Por el contrario, los científicos a cargo del nuevo estudio indicaron que se trata de una señal modesta, que no necesariamente exista antes de cada terremoto, pero que se reitera en muchos casos y, como mínimo, es muy intrigante y merece nuevas investigaciones.
Los investigadores buscaron datos de 125 estaciones de sensores de magnetómetro, que están situadas a lo largo de las principales fallas en California, una de las zonas sísmicas más peligrosas del planeta. Además de la enorme y temida Falla de San Andrés, existen aproximadamente 300 fallas geológicas en toda California y se teme un devastador terremoto "Big One", que supere una magnitud de 8 en la escala sismológica de Richter.
De acuerdo a una publicación de la Unión Geofísica Estadounidense (AGU), los especialistas identificaron cambios detectables en el campo magnético local, que ocurren 2 ó 3 días antes de un terremoto. Aunque la señal de la variación en el campo magnético es muy leve, al mismo tiempo es estadísticamente significativa, teniendo en cuenta la cantidad de veces que fue detectada en los casos analizados. Los sismólogos esperan que su técnica pueda refinarse en nuevos estudios, para eventualmente ayudar a pronosticar terremotos.
A pesar de este hallazgo, el Servicio Geológico de Estados Unidos afirma que a lo largo de décadas de trabajo no se ha podido reunir una evidencia convincente de precursores electromagnéticos de los terremotos. Por el contrario, los científicos a cargo del nuevo estudio indicaron que se trata de una señal modesta, que no necesariamente exista antes de cada terremoto, pero que se reitera en muchos casos y, como mínimo, es muy intrigante y merece nuevas investigaciones.
Los investigadores buscaron datos de 125 estaciones de sensores de magnetómetro, que están situadas a lo largo de las principales fallas en California, una de las zonas sísmicas más peligrosas del planeta. Además de la enorme y temida Falla de San Andrés, existen aproximadamente 300 fallas geológicas en toda California y se teme un devastador terremoto "Big One", que supere una magnitud de 8 en la escala sismológica de Richter.
Buscando pruebas
Hasta el momento, los científicos estadounidenses concentran sus esfuerzos en hallar los sitios más vulnerables y generar acciones que reduzcan daños, ante la ausencia de un sistema efectivo de detección temprana. Sin embargo, si pudiera comprobarse la efectividad de un método como el indicado en el nuevo estudio, los eventos de mediana o gran magnitud podrían predecirse algunos días antes de que sucedan, permitiendo poner en marcha un mecanismo de contingencia.
Se ha sostenido durante muchos años que los días previos a los terremotos actúan fuerzas geológicas que deforman la corteza terrestre de formas sutiles, las cuales podrían predecir la catástrofe que se avecina. Una de esas señales podría involucrar pequeños “parpadeos” en el campo magnético, que sube y baja alrededor de nuestro planeta. Hasta el momento, la búsqueda de firmas magnéticas para temblores inminentes no se ha podido considerar como un método efectivo de prevención, por falta de pruebas convincentes.
En el marco de la nueva investigación, los especialistas tuvieron en cuenta otros tipos de procesos que podrían afectar a los magnetómetros pero que no tienen nada que ver con los terremotos, como por ejemplo el tráfico en hora punta. Diferenciar este tipo de ruido de las posibles señales relacionadas con terremotos es la barrera más importante a derribar para interpretar correctamente estos datos, según los científicos.
Más allá de esto, luego de entrenar sus algoritmos con la mitad del conjunto de datos, los investigadores identificaron una señal que indicaba cambios en el campo magnético entre 72 y 24 horas antes de los terremotos. Los expertos creen que la técnica puede llegar a mejorarse en futuras investigaciones, logrando discriminar con eficacia las señales de terremotos de otros tipos de signos.
Fuente LEVANTE