La galaxia HIPASS J1131-31 o Peekaboo se encuentra a solo 22 millones de años luz de distancia de la Tierra. Extremadamente diminuta y oscurecida por una estrella brillante en la Vía Láctea, su descubrimiento abre una ventana directa al pasado del cosmos, haciendo posible el estudio de su entorno extremo y de las estrellas que conformaban el lejano Universo primitivo.
Un grupo internacional de astrónomos ha descubierto una verdadera “cápsula del tiempo” en el Universo local. Una diminuta galaxia, bautizada Peekaboo, ofrece condiciones semejantes a las que poseían las galaxias más antiguas y lejanas en los comienzos del cosmos, pero solo a 22 millones de años luz de distancia de nuestro planeta. De esta forma, se convierte en un caso único para estudiar un entorno que se asemeja al Universo primitivo, pero con un detalle sin precedentes dada su proximidad.
El descubrimiento es un esfuerzo combinado de telescopios en tierra y en el espacio, como el Telescopio Espacial Hubble de la NASA y el Gran Telescopio de África Meridional (SALT). La investigación, publicada recientemente en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, muestra evidencias de que la galaxia Peekaboo o HIPASS J1131-31 es el ejemplo más cercano de los procesos de formación de galaxias que se concretaron poco después del Big Bang, hace aproximadamente 13.800 millones de años.
Una ventana hacia el pasado cósmico
Habitualmente, para observar estos procesos los científicos necesitan identificar galaxias muy lejanas: mientras más distantes sean las estructuras, más lejana en el tiempo habrá sido su formación. Sin embargo, a pesar de los grandes avances conseguidos con telescopios como el Hubble o el James Webb, aún es muy complejo analizar estas galaxias tan lejanas con cierto nivel de detalle, por lo menos con la tecnología disponible en la actualidad.
Según una nota de prensa, la identificación de Peekaboo es una ventana abierta hacia el pasado profundo del cosmos, que permitirá a los científicos profundizar en la comprensión del distante Universo primitivo, con un nivel de precisión que resulta imposible al observar las galaxias más lejanas. Además, HIPASS J1131-31 sería una de las galaxias menos enriquecida químicamente y más pobre en metales jamás descubierta en el Universo local.
¿Qué significa esto? El cosmos primitivo estaba compuesto prácticamente en su totalidad por hidrógeno y helio primordiales, elementos desarrollados en el contexto del Big Bang o gran estallido inicial. En consecuencia, las primeras galaxias eran extremadamente pobres en metales, porque los elementos más pesados se formaron en etapas posteriores del cosmos. En astronomía se habla de "metales" con referencia a todos los elementos más pesados que el hidrógeno y el helio.
Formación de estrellas en el Universo primitivo
De esta manera, los elementos más pesados fueron producidos por las estrellas a lo largo de la historia cósmica, dando lugar poco a poco al Universo generalmente rico en metales en el cual la Tierra y el ser humano se encuentran actualmente. Por ejemplo, la vida tal como la conocemos se construye a partir de elementos más pesados, como el carbono, el oxígeno, el hierro y el calcio.
Aunque se han encontrado otras galaxias pobres en metales en el Universo local, Peekaboo llamó la atención de los astrónomos porque no solo es una galaxia con estas características, sino que además presenta una población estelar mayor de reciente formación. En otras palabras, podría considerarse un verdadero “laboratorio cósmico viviente” para apreciar de forma directa cómo eran las galaxias más antiguas y cómo se concretaba entonces el nacimiento de nuevas estrellas.
Teniendo en cuenta esto, el equipo de investigación planea utilizar el telescopio Hubble y el Telescopio Espacial James Webb para realizar más investigaciones sobre Peekaboo, buscando descubrir todos los secretos de sus poblaciones estelares y su composición metálica.
Fuente LEVANTE