El cerebro tiene un “modo nosotros” cuando trabajamos juntos

Sincroniza las mismas regiones cerebrales y potencia las conexiones neuronales si nos miramos a los ojos

Cuando dos personas trabajan juntas en un proyecto creativo sus cerebros se ponen en “modo nosotros”: no solo se activan las mismas regiones cerebrales, sino que las conexiones neuronales se intensifican cuando intercambian miradas. Las dos, además, aceleran sus procesos cognitivos.

Un nuevo estudio, publicado en Neurophotonics, ha descubierto que algo extraño y sorprendente ocurre cuando dos personas trabajan juntas en la misma tarea: las regiones críticas de sus cerebros se sincronizan, lo que sugiere que podemos igualar nuestra actividad neuronal cuando trabajamos en grupo.

En este estudio se pidió a 39 parejas de voluntarios que diseñaran juntos el interior de una habitación virtual a través de una pantalla táctil, hasta que ambos estuvieran de acuerdo con el resultado.

Durante el desarrollo de esta tarea, los investigadores hicieron un seguimiento de la actividad cerebral de las parejas creativas, usando una técnica de espectroscopía funcional de infrarrojo cercano (una potente herramienta de imagen para el laboratorio de pruebas cognitivas), al mismo tiempo que registraban también los intercambios visuales que se producían durante el experimento.

Técnicas especiales

Para estudiar las respuestas de los participantes, los investigadores desarrollaron técnicas especiales de procesamiento y modelado, capaces de reconocer interacciones sociales (contacto visual) y relacionarlas con momentos y regiones específicas de la actividad cerebral.

De esta forma pudieron observar que las mismas poblaciones de neuronas de uno de los cerebros se activaban también en el cerebro de la pareja creativa mientras colaboraban para diseñar conjuntamente una habitación interior.

La impresión que tienen los autores de esta investigación es que los dos cerebros trabajan juntos formando un único sistema neuronal para la resolución creativa de problemas.

La investigación afinó mucho el resultado, ya que instruyó a los voluntarios parta que realizaran la tarea creativa no solo en parejas, sino también individualmente, lo que permitió examinar tanto la actividad cerebral individual como la grupal. 

Modo nosotros

Trabajar juntos dio como resultado una sincronización robusta entre ambos cerebros en las regiones temporales superiores y medias del cerebro, así como en las partes específicas de la corteza prefrontal en el hemisferio derecho del cerebro.

También reveló esta investigación que en el trabajo individual la sincronización de las regiones del cerebro de cada participante era más débil.

Incluso se descubrió que las conexiones neuronales entre cerebros eran más intensas cuando las parejas creativas intercambiaban miradas, lo que puso de manifiesto la importancia de la interacción visual en los procesos creativos en equipo.

Esta investigación confirma que cuando dos personas trabajan juntas se crea una especie de “modo nosotros” para procesar la información sensorial que provoca una sincronización entre cerebros, así como una intensificación de las conexiones neuronales de las dos personas.

Ventaja cognitiva

El resultado que se obtiene con este “modo nosotros” es que acelera el conocimiento de ambos participantes, lo que supone una ventaja cognitiva considerable para cada uno de los voluntarios.

Los investigadores están satisfechos con los resultados obtenidos, porque allanan el camino para entender mejor cómo cambia nuestro cerebro a través de la interacción social.

Incluso consideran que la metodología utilizada en esta investigación tiene aplicaciones más amplias y que puede utilizarse para profundizar en el impacto cerebral de las expresiones faciales y la comunicación verbal, lo que potenciará el desarrollo de la investigación en neurociencia social interactiva.

Ondas cerebrales de alta frecuencia

Una investigación previa de la Universidad de California en Berkeley, publicada en 2019, que analizó la relación entre cerebros de murciélagos cuando interactúan con otros de su especie, extrapola sus resultados a los seres humanos y sugiere que lo más probable, cuando unas personas interactúan entre sí, es que sus cerebros forman un circuito cerrado dominado por las ondas cerebrales de alta frecuencia.

Esas ondas cerebrales son las que procesan el conjunto de acciones motoras implicadas en la interacción social, como la articulación de palabras, el procesamiento de la información sensorial y conceptual, y las reacciones subsiguientes. Podrían tal vez explicar el "modo nosotros" acreditado en esta investigación.

Estos procecesos provocarían, según estos investigadores, que, por ejemplo, durante una cena de grupo, los cerebros también se sincronicen, aunque no todas las personas estén hablando del mismo tema e incluso aunque algunos no participen de ninguna conversación.

Consideran que el hecho de estar sentados a la misma mesa ya activa el mecanismo de sincronización de las ondas cerebrales de todas las personas que participan del banquete. Otra perspectiva interesante y sugerente de cómo cambian los cerebros cuando interactúan con otros cerebros.

Fuente LEVANTE



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