Así serán los próximos 10 años de inteligencia artificial y sus devastadores efectos

'Control Z: el fin de la realidad' es la cronología de los próximos 10 años de la inteligencia artificial generativa y la grave crisis global que va a provocar si no lo remediamos

El mundo sigue fascinado con la inteligencia artificial generativa, la tecnología que —entre muchas otras cosas— crea texto, imágenes y vídeo a partir de las instrucciones de sus usuarios. No es para menos: estos algoritmos tienen un potencial creativo que ya está revolucionando el trabajo y el entretenimiento de cientos de millones de personas. Pero, como nos cuentan los expertos que hemos entrevistado para este episodio de Control Z, la humanidad ignora una gravísima consecuencia oculta en su desarrollo sin control. No en un futuro lejano, sino ahora mismo, a corto plazo, en los próximos 10 años. Si no tomamos las medidas necesarias, la inteligencia artificial generativa traerá la rápida destrucción de nuestra percepción de la realidad y la verdad.

Según la proyección que hemos realizado — basándonos en entrevistas con científicos y en meses de investigación sobre lo que se está cociendo en los laboratorios de las universidades y empresas que lideran el sector (puedes leer esta información aquí) — queda muy poco para que sea imposible distinguir entre lo real y lo que está creado por una máquinas. En 2033, nos cuentan, se podrán crear vídeos en alta definición absolutamente indistinguibles de la realidad. En estos vídeos nada será real. Ni la imagen, ni el audio, ni la música. Todo será generado por IA. Por el camino, irán surgiendo aplicaciones que harán lo mismo con imágenes estáticas y voz. Apps que estarán al alcance de cualquiera.

Los humanos no podremos detectar que algo es mentira, ni siquiera con exámenes forenses. Los esfuerzos (en gran parte fallidos) que se han realizado últimamente para detectar textos generados con ChatGPT serán imposibles de aplicar cuando la tecnología alcance su madurez plena. Pero lo más preocupante es que estos vídeos no estarán sólo al alcance de los estudios de Hollywood. Cualquiera podrá hacerlos desde su teléfono móvil, tableta u ordenador sin tener ningún conocimiento. Las posibilidades creativas serán infinitas, como las posibilidades criminales. Nos encaminamos a un mundo en el que audio y vídeo se convertirán en armas para realizar chantajes, agredir y engañar a individuos y poblaciones enteras. Y, en una sociedad donde todo puede ser mentira, nada puede ser verdad. Es el aspecto más grave, que perderemos nuestra capacidad para entender y procesar el mundo más allá de nuestra experiencia vital inmediata. Sólo podremos creer la realidad física ante nuestros ojos.

Precisamente por eso el título de este episodio de Control Z es El fin de la realidad.

Los expertos de 'Control Z: el fin de la realidad'

Para realizar este episodio hemos entrevistado a algunos de los grandes pesos pesados de la industria. Ellos son los que nos han dicho qué es lo que va a pasar y cómo nos puede afectar. Y lo que es más preocupante, no con predicciones vagas sino muy concretas en contenido y tiempos. Todos han coincidido en más o menos las mismas fechas. Por eso merece la pena ver este episodio. Es una visión única, cercana e inmediata de lo que va a pasar si no actuamos ya.

Expertos como Emad Moustaque, fundador y CEO de Stability Al, la organización desarrolladora de la IA más popular del planeta —aunque tú no lo sepas, está detrás de casi todo lo que está pasando—, llamada Stable Diffusion. También hemos hablado largo y tendido con Bryan Catanzaro, que es vicepresidente de inteligencia artificial aplicada en Nvidia, una de las grandes compañías fundacionales de esta industria, junto con Google, Facebook (sí, Facebook) e IBM Research. Catanzaro y los equipos de Nvidia llevan décadas de investigación pura que han dado lugar a las herramientas que empresas como OpenAI —los desarrolladores de ChatGPT y Dall-e— han empaquetado en productos para usuarios finales.

Otro peso pesado entrevistado ha sido Tom Graham, CEO y fundador de Metaphysic, cuya tecnología habrás visto en acción en el fenómeno viral de Fake Tom Cruise o el último tour de ABBA, donde los cuatro componentes de la banda aparecían en el escenario cantando, totalmente rejuvenecidos. Desde entonces, Metaphysic ha resucitado a Elvis y ha revolucionado la industria con sus perfiles biométricos, hasta el punto de que se ha convertido en el socio tecnológico de CAA, la agencia de talento más grande y potente del mundo. Gracias a ellos, actores y cantantes podrán actuar en películas o en conciertos sin estar presentes y ni siquiera vivos. Pero hay mucho más, porque su tecnología también terminará afectándonos a nosotros directamente.

Desde su casa en Australia, Graham me contó cómo piensa que necesitamos rápidamente una estructura legal. La industria —de la que es un jugador principal— no puede regularse por sí misma. Ya lo hemos visto con el desastre de las redes sociales, que ha afectado profundamente a miles de millones de individuos y a la sociedad misma, resultando en vidas arruinadas, democracias amenazadas y hasta genocidios organizados.

Hay que hacer algo ya, dice, porque el tremendo daño de las redes sociales es insignificante ante el peligro potencial de la IA generativa. Es como comparar un mosquete con una bomba nuclear. Si no ponemos coto a su desarrollo, si las compañías no clarifican abiertamente cómo funcionan, si los legisladores no establecen reglas estrictas para su aplicación, la crisis global que nos hará cuestionar la naturaleza misma de nuestras instituciones, de nuestra sociedad y de nuestra misma existencia será inevitable. Solo así, concluyen todos, podremos aprovechar su revolucionario potencial creativo sin poner en peligro a toda la sociedad.




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