Inconsciente y consciente colaboran para gestionar los datos sensoriales
Un nuevo estudio ha descubierto cómo el cerebro procesa la información que nos interesa: el consciente y el inconsciente colaboran para tratar el enorme flujo de información sensorial y seleccionar la más pertinente, la única que percibimos conscientemente.
La mayor parte de la información que recibe el cerebro cada día es tratada y filtrada de forma inconsciente, ha descubierto un estudio. La información pertinente es seleccionada mediante una operación en tres etapas y dirigida hacia las regiones asociativas del cerebro con la finalidad de que se vuelvan conscientes y sean recordadas.
Para llegar a esta conclusión los investigadores registraron la actividad cerebral de 15 personas mientras tenían que hacer el siguiente ejercicio: fijarse en una imagen concreta de un conjunto de 10 imágenes por segundo enviadas por los investigadores. De esta forma, pudieron apreciar las tres operaciones sucesivas que realiza el cerebro para tratar y seleccionar las imágenes.
Ya se sabía que el cerebro humano es capaz de procesar imágenes completas en tan solo 13 milésimas de segundo. Además, que nuestro cerebro descarta más del 99% de la información sensorial que percibe.
Sin embargo, cuando el cerebro considera que una información es relevante o pertinente, la dirige hasta las regiones integradoras y motoras del encéfalo para generar las respuestas más convenientes para el sujeto.
El nuevo estudio, publicado Nature Communications, ha permitido determinar la secuencia de las operaciones neuronales que permiten al cerebro seleccionar específicamente la información pertinente.
Aunque una decena de imágenes se presentó a cada segundo a los participantes en el curso de este estudio, los investigadores descubrieron que cada una de ellas era analizada a través de las áreas sensoriales del cerebro durante medio segundo. Esta es la primera fase del tratamiento automático e inconsciente que realiza el cerebro de la información recibida.
Cuando se pide a los participantes que se fijen y recuerden una de las imágenes, el cerebro no se concentra sólo en esa imagen, sino en todas las imágenes que se procesan en ese momento en las zonas sensoriales del cerebro. La atención del sujeto tiene como consecuencia amplificar las respuestas neuronales inducidas por estas imágenes.
La tercera fase del tratamiento es la que desencadena la intervención consciente del sujeto: sólo una de las imágenes seleccionadas induce una respuesta cerebral prolongada que implica a las regiones parietales y frontales. Esta imagen es la que el sujeto indicará haber percibido.
Tratamiento automático
Lo que pone de manifiesto este estudio, según explican los investigadores en un comunicado, es que el cerebro humano es capaz de tratar muchas imágenes al mismo tiempo y de forma inconsciente.
La atención prestada por el sujeto al conjunto de imágenes para seleccionar una es la que impulsa la actividad neuronal y permite seleccionar una imagen específica, adecuada para la tarea que el sujeto quiere realizar. Sólo esta imagen será la percibida conscientemente por el sujeto.
Sometido a un número creciente de informaciones, nuestro cerebro consigue así, a pesar de todo, a gestionar esta enorme cantidad de datos gracias a un filtrado automático, sin esfuerzo, y al descrito proceso de selección en tres fases.
Los avances tecnológicos en imagen cerebral y en las ciencias de la información han permitido dar un importante progreso a las investigaciones en neurociencias, del que este estudio es sólo un ejemplo.
La realidad es que nuestro cerebro está bombardeado constantemente de informaciones sensoriales, pero en vez de sentirse abrumado por este aumento de datos a procesar, el cerebro se ha vuelto un experto en la gestión de estos enormes flujos de información, en la que subconsciente y consciente colaboraran para obtener los mejores resultados.
Un nuevo estudio ha descubierto cómo el cerebro procesa la información que nos interesa: el consciente y el inconsciente colaboran para tratar el enorme flujo de información sensorial y seleccionar la más pertinente, la única que percibimos conscientemente.
La mayor parte de la información que recibe el cerebro cada día es tratada y filtrada de forma inconsciente, ha descubierto un estudio. La información pertinente es seleccionada mediante una operación en tres etapas y dirigida hacia las regiones asociativas del cerebro con la finalidad de que se vuelvan conscientes y sean recordadas.
Para llegar a esta conclusión los investigadores registraron la actividad cerebral de 15 personas mientras tenían que hacer el siguiente ejercicio: fijarse en una imagen concreta de un conjunto de 10 imágenes por segundo enviadas por los investigadores. De esta forma, pudieron apreciar las tres operaciones sucesivas que realiza el cerebro para tratar y seleccionar las imágenes.
Ya se sabía que el cerebro humano es capaz de procesar imágenes completas en tan solo 13 milésimas de segundo. Además, que nuestro cerebro descarta más del 99% de la información sensorial que percibe.
Sin embargo, cuando el cerebro considera que una información es relevante o pertinente, la dirige hasta las regiones integradoras y motoras del encéfalo para generar las respuestas más convenientes para el sujeto.
El nuevo estudio, publicado Nature Communications, ha permitido determinar la secuencia de las operaciones neuronales que permiten al cerebro seleccionar específicamente la información pertinente.
Aunque una decena de imágenes se presentó a cada segundo a los participantes en el curso de este estudio, los investigadores descubrieron que cada una de ellas era analizada a través de las áreas sensoriales del cerebro durante medio segundo. Esta es la primera fase del tratamiento automático e inconsciente que realiza el cerebro de la información recibida.
Cuando se pide a los participantes que se fijen y recuerden una de las imágenes, el cerebro no se concentra sólo en esa imagen, sino en todas las imágenes que se procesan en ese momento en las zonas sensoriales del cerebro. La atención del sujeto tiene como consecuencia amplificar las respuestas neuronales inducidas por estas imágenes.
La tercera fase del tratamiento es la que desencadena la intervención consciente del sujeto: sólo una de las imágenes seleccionadas induce una respuesta cerebral prolongada que implica a las regiones parietales y frontales. Esta imagen es la que el sujeto indicará haber percibido.
Tratamiento automático
Lo que pone de manifiesto este estudio, según explican los investigadores en un comunicado, es que el cerebro humano es capaz de tratar muchas imágenes al mismo tiempo y de forma inconsciente.
La atención prestada por el sujeto al conjunto de imágenes para seleccionar una es la que impulsa la actividad neuronal y permite seleccionar una imagen específica, adecuada para la tarea que el sujeto quiere realizar. Sólo esta imagen será la percibida conscientemente por el sujeto.
Sometido a un número creciente de informaciones, nuestro cerebro consigue así, a pesar de todo, a gestionar esta enorme cantidad de datos gracias a un filtrado automático, sin esfuerzo, y al descrito proceso de selección en tres fases.
Los avances tecnológicos en imagen cerebral y en las ciencias de la información han permitido dar un importante progreso a las investigaciones en neurociencias, del que este estudio es sólo un ejemplo.
La realidad es que nuestro cerebro está bombardeado constantemente de informaciones sensoriales, pero en vez de sentirse abrumado por este aumento de datos a procesar, el cerebro se ha vuelto un experto en la gestión de estos enormes flujos de información, en la que subconsciente y consciente colaboraran para obtener los mejores resultados.
Fuente TENDENCIAS 21