Vamos a tratar de ir caminando, muchos ya tienen la respuesta inmediata dentro de la mente. Pero vamos a ir trabajando esto y dándole otra mirada como para comprender. Porque la realidad concreta, que todos vamos vivenciando ese contacto con lo que se llama muerte. ¿a quién no se le ha muerto alguien querido?
Y la relación que tenemos nosotros, como humanos, con la muerte. Porque también tenemos una relación directa. Lo que da sentido a la vida, aunque parezca mentira, es lo que nosotros decimos o denominamos muerte. ¿por qué decimos que estamos vivos? Porque en su polaridad está la muerte.
Y la realidad, que todos los que estamos acá, todos, vamos a dejar este cuerpo físico, vamos a morir o lo que se considera muerte. Hay muchos trabajos que se hacen a nivel terapéutico, hasta cómo se imaginan que puede ser tu muerte. Un juego que se hace, que no lo voy a hacer acá.
Todos vamos a morir. A veces ocurre ante ese evento, cuando uno está cerca de ese evento, no sabe cómo acompañar. Porque el inconsciente trabaja desde ciertos niveles. Hay duelos que se hacen en forma natural y hay duelos que se hacen en forma complicada.
Un duelo natural, es el proceso correcto en donde con el tiempo uno va sanando esa herida. El complicado, el tiempo no estaría ayudando. Y a veces, cuando existe el duelo complicado, lo que en psicología se diría un duelo no resuelto, tiene distintos síntomas a saber:
La incapacidad de aceptar la muerte. Nos cuesta aceptar la muerte de ese ser querido.
Tenés un letargo emocional continuo.
Aparece una preocupación sobre el ser querido que ya no está por cómo murió. Hay planteos: se murió de esta manera y no de la otra, empiezan los análisis: si hubiéramos hecho esto, lo otro, ese duelo es continuo.
Por lo tanto, aparece una incapacidad también, es otro síntoma, sobre compartir buenas memorias o buenos recuerdos sobre ese ser querido, sino se quedan tildados en los peores momentos.
Aparece también la culpabilidad ante ese evento. Echarse la culpa a uno mismo.
Cuando uno va más al extremo, aparece hasta el deseo de morir para estar con el ser querido.
La añoranza de querer tener al ser para decirle tal o cual cosa que no pudo decir.
Una sensación de soledad y desconexión ante el fallecimiento de ese ser querido.
Aparece falta de motivación, ya empieza uno a taladrar el psiquismo fuertemente. Falta de interés en fijarse metas o el mismo futuro se desdibuja.
Y en el extremo máximo aparece una pérdida de identidad.
Todo eso ocurre ante el evento de la muerte de un ser.
Claramente estamos tocando esta parte, en este plano. ¿Qué debe hacer uno?
Primero les doy lo concreto, para después llegar a algo más profundo. Porque lo concreto es que la muerte existe. No estoy hablando en el después, estoy hablando del aquí y ahora.
Si yo quiero colaborar con aquella persona que está caminando el duelo o colaborar con uno mismo que está enfrentando ese duelo, lo primero que uno tiene que hacer es permitirse o permitirlo o ayudarlo a sentir el dolor. Dejá que llore lo que tenga que llegar, que sienta lo que tenga que sentir, que hable lo que tenga que hablar. Y vos también, si estás viviendo eso permitítelo.
Si es uno mismo, no dejes que otras personas te digan cómo te tenés que sentir. Porque hay algunos que vienen a aconsejarte. No, vos tenés que sentirte así. Por lo tanto, uno NO debe decirle a esa persona, que está vivenciando ese evento, cómo debe sentirse. Eso es un error grave. Se siente como se siente y hay que acompañarlo. Si es desde uno y uno está viviendo ese duelo, hay que tenerse paciencia. El tiempo en esto siempre ayuda y colabora. No hay que presionarse. Es aceptar el dolor y aceptar qué está pasando con las emociones en ese dolor. Y no te juzgues, tampoco obviamente va hacia el otro. Porque uno lo haría para uno, y no lo haría para el otro. No juzgar: me debería sentir más fuerte. No, sentís lo que sentís.
En realidad, contrario a lo que muchas personas hacen, hablar ayuda mucho. Hablar acerca de esa persona porque el hablar, obviamente con personas correctas, porque el hablar te lleva a los recuerdos buenos y experimentarías la partida desde otro lugar. Por lo tanto, está bueno hablarlo, no guardarlo.
Una de las cosas que también se recomienda mucho ante la partida de un ser, es no cambies tu estilo de vida, seguí haciendo tu estilo de vida. Por lo menos durante un tiempo, que la muerte no sea un antes y un después y ahora cambia mi vida. No. Seguí tu vida normal; y ayudá a la persona a la cual le partió un ser querido, que también continúe su vida normal.
La realidad que, de una mirada psicológica, durante ese primer año de duelo uno o el otro, el que sea, uno debe seguir trabajando en el mismo lugar, no cambies nada. Porque lo que hace uno es generar seguridad en su sentimiento.
Es importante, aunque les parezca mentira, ocuparse de uno mismo. Uno a veces ante el propio duelo, es dejarse estar. Tengan actividad física, conéctense con la naturaleza, descarguen tensiones, conéctense con esos placeres físicos que les permiten renovarse. Si tienen ganas de dormir, háganlo, etc. Sí evitar cualquier sistema químico que anule el sentir, algún tipo de droga no correcta, alcohol inclusive estoy hablando. Y hay que hacerlo natural, permítanse sentir.
Sí trabajar fuertemente, si uno habla de uno con aquella persona que se fue, el perdonarse rápidamente todas las cosas que no se hayan dicho o se hayan dicho mal. Y no quedarse tildado en tendría que haber dicho o haber reaccionado de tal manera. La compasión y el perdón con uno mismo es clave. Por lo tanto, si uno conoce a alguien que perdió un ser querido y se echa culpa, trabajá y ayudalo desde ese lugar.
Cuando uno está en duelo, contrario a lo que se hacía en otras generaciones y en otras épocas, permítanse escuchar música, ir al cine, permítanse. No es, ahora estoy en duelo no salgo, ahora estoy en duelo me quedo encerrado, es un método porque lo único que hace es retroalimentar ideas no positivas.
Y si uno está muy traumatizado, bueno busque ayuda profesional. Es importante porque rápidamente, uno elabora el duelo.
Ocurre que a veces, ante esos eventos, existen cambios en la familia. Porque si uno tiene la pérdida de un ser que puede ser el ser que aporta dentro de la familia, ni hablemos de la pérdida de un hijo que es complejo, tratar de generar lentamente nuevas posibilidades en ese recambio de la estructura familiar.
Si uno quiere ayudar y colaborar a esto que ocurre, miren lo que les voy a decir: hay mucha gente que cree que cuando alguien fallece no hay que nombrar la palabra fallecimiento, ni que se murió; y la verdad es al revés. Hay que hacerlo porque lo traés a la realidad. El hablar abiertamente sobre se murió o falleció es traer en realidad la vivencia y no dejar que lo no comunicado genere un síntoma. Lo no hablado genera síntomas, físicos o psíquicos.
Es muy importante ante la pérdida de un ser, contrario a lo que algunos creen, si es necesario que la persona se conecte con el cuerpo físico o el cadáver. Por eso, hay muchos traumas cuando hay fallecimientos sin conexión de cadáveres. El cadáver es verlo en un féretro o en un cajón. Nuestro psiquismo funciona así. Por eso, la palabra también te trae sin necesidad de que vea el cadáver la persona, a la conexión con la muerte.
Cuando uno tiene adelante a ese ser que ha vivenciado la partida de un ser querido, debe expresar con claridad su preocupación, explicar su sentimiento. Ser genuino es clave, no ocultar sentimiento. Y ahí vos vas a colaborar en acompañar el duelo, siempre ofreciendo el apoyo y lo que necesite el otro ser. Estoy acá para lo que necesites. Pero, no imponiendo la necesidad. Dejá que la persona que está vivenciando el duelo, decida que.
Dejá que la persona que está vivenciando el duelo, se explaye profundamente y no interrumpirlo. Lo que se llamaría una escucha activa, dejar que de punta a punta, explique lo que siente, lo que vive, lo que no vive, todo. Y uno ahí colabora y ayuda.
La muerte existe, es un hecho concreto. Vamos ahora a ir ingresando a qué hay después de esto y va a ser lo más jugoso y presentar distintas miradas, posiblemente algunas más revolucionarias que otras, que también nos permite conectarnos con lo distinto.
El libro de los muertos de los egipcios, justamente es el libro que dentro de las aproximadamente 144 frases que el muerto que va a cruzar ese umbral tiene que decir, salen los diez mandamientos. Porque los mandamientos son un pequeño extracto de los 144, con un pequeño cambio. Por ejemplo, vamos a nombrar uno. En el libro de los muertos, cuando estabas adelante de Thot decías:
· Yo no he matado.
· Yo no he robado.
En los mandamientos te los ponen como ley, en el libro de los muertos como distintas cosas que hiciste para cruzar ese hermoso viaje.
Entonces, claro que estaba todo escrito. Y acá viene el gran punto, este conocimiento abre conciencia. La idea es abrir conciencia y posibilidad.
Los voy primero a llevar desde la mirada, hoy por hoy, de la física cuántica. Que es lo que cada día está más acelerado.
¿Qué dicen los físicos cuánticos con respecto a la vida más allá de la vida? y como siempre ocurre dos sectores:
Uno de ellos dice: No existe nada porque cuando uno se muere no vemos ninguna transmutación cuántica.
Y otros te dicen: Sí, existe algo.
Los que hablan de que sí existe algo. Hay una teoría que se llama la teoría del biocentrismo de Robert Lanza, en donde dá toda explicación que yo voy a hacer un pequeño análisis al respecto, mientras que los otros no tienen una teoría, solo dicen no. Los que dicen no, expresan que en el estado físico cuántico no funciona así. Porque dentro del cuerpo físico no se nota ninguna transmutación cuántica.
El tema es el siguiente y esto lo explicamos desde la Kabalah y también voy a utilizar la teoría biocentrista, que la gran confusión y ahí físicos cuánticos toman esta teoría que les voy a decir, es que lo que se llama alma conciencia, conciencia o lo que sea, no está dentro del cuerpo. Entonces, el fenómeno cuántico estaría pasando por afuera, como hoy aceptan otros físicos cuánticos.
Cuando uno dice ¿dónde está tu alma o tu conciencia?
Mucha gente lo buscada y decía: está dentro de la glándula pineal o dentro del corazón, etc. Cada uno lo buscaba en algún lugar físico, porque en aquella etapa evolutiva no se consideraba este concepto, de que no tengo que estar adentro para manejar este cuerpo.
¿Ustedes creen que el alma está dentro de ustedes o que se escapa el alma?
¡Qué interesante!
Desde la teoría biocentrista o de la física cuántica, no se escapa el alma a ningún lado. No está dentro tuyo, es muy simple.
Cuando ustedes piensan, eso que ustedes piensan ¿dónde está? no hay ninguna neurona que descubra un pensamiento. De hecho, la neurociencia dice que se piensa en forma holográfica. O sea, las ideas están fuera del cuerpo. Esto es neurociencia.
Pienso en papá: Agarro una neurona y digo: mira el pensamiento de papá está dentro de esta neurona. No funciona así. Es una multiplicidad eléctrica que genera esa idea fuera del cuerpo. Por lo tanto, la conciencia está fuera del cuerpo. Entonces la gran pregunta es, si la conciencia esta fuera del cuerpo y yo me doy cuenta que soy consciente ¿dónde estoy entonces? Yo acá no estoy entonces. No, no están ahí, creen que están ahí.
Más aún voy a dar un ejemplo, quizás esto los confundió: El celular, tecnología hecha por nosotros, cuando el celular hace una operación o algo o la memoria misma ¿está ahí adentro? Esta en la red, que se conecta con el aparato y funciona. La red internet no está dentro del celular, está afuera y la red se conecta con el celular, es decir: se conecta con el celular y lo maneja. Si ustedes rompen el celular, la red sigue estando; compran otro y sigue funcionando.
Bueno, bienvenido al nuevo conocimiento. Los kabalistas ya veían este tema, pero también les tengo que decir que hoy los físicos cuánticos también lo ven así.
En este momento nuestro cerebro está recibiendo información por nuestros sentidos y se está llenando de información. Y fíjense que, gracias al cerebro que está tomando toda la información, yo tengo esto llamado realidad. El cerebro, en este preciso momento todos están viendo, porque están recibiendo información ocular, el sentido de la vista está generando, ustedes ven que están iluminados, el salón tiene luz. Y eso gracias al cerebro, porque toda esa información se procesa en el cerebro. Les cuento algo, el cerebro está en una caja oscura porque no entra luz por mi cráneo y creen que está iluminado el cerebro. Pobrecito, está engañado el cerebro. El cerebro ve luz, ve un montón de cosas; pero él está totalmente a oscuras. Nosotros estamos ligados con el cuerpo por el sistema emocional.
Miren lo que les voy a decir y acá voy a patear varios tableros. Cuando un poquitito más avancemos en tecnología y tengamos seres cibernéticos porque vamos hacia ese lugar ¿un robot puede llegar a tener alma?
Y ahí entran los debates, muchos van a decir no. Y está bien que esta generación diga no. Pero la que viene va a decir que sí. Porque la conciencia y el alma están fuera del cuerpo.
Entonces yo puedo utilizar un cuerpo electrónico o puedo utilizar un cuerpo orgánico, pero los dos funcionan de la misma manera. Quizás uno es más eficaz que otro. Fíjense que concepto hermoso, la tecnología ya está demostrando que la conciencia (alma) está fuera del cuerpo físico. Hoy hasta sería ignorancia no creer que hay vida más allá de la vida. La gran pregunta seria ¿cómo es eso?
El ser, sea un humano o sea lo que se dice un animal ¿pierde identidad? No.
Hace mucho tiempo atrás, sin saber y no teniendo esta tecnología. Pedro Romaniuk estuvo también dentro de esa investigación. Había algo que se llamaba espiricon. El espiricon era un aparato electrónico que, en realidad era un televisor con ciertos componentes electrónicos para conectarse con seres que no estaban acá. La realidad que no tuvo mucho éxito, o más o menos tuvo éxito. Fíjense que la teoría era, yo voy a traer un ser del más allá al más acá.
Existen escuelas de conocimiento, la escuela de conocimiento Basilio, que ellos buscan conectarse con espíritus o desde nuestra mirada almas. Y buscan desde distintos sistemas o técnicas la conexión, con algunos resultados correctos y otros resultados psicóticos. Es como que continuamente se busca la conexión con ese otro mundo. Porque nosotros en este momento, estamos en ese otro mundo. Por lo tanto, cuando uno comienza a comprender esta nueva información y lo puede hacer conocimiento, podemos conectarnos desde ese otro lugar. Es ahí que el concepto es distinto, todos nosotros seguimos siempre vivos, porque el alma está viva y es vida. Pero tenemos momentos de conexiones en el plano físico. Tener estos momentos nos permite experimentar la corporalidad de una manera distinta. Cada uno con esto que se llama el karma, en lo profundo venimos a aprender.
Y ¿qué venimos a aprender? Acá viene el gran punto y genero desde todas las miradas religiosas.
En realidad, tenemos una misión común y mientras tanto un aprendizaje. El aprendizaje es claramente, manejar nuestro sistema emocional y equilibrarnos. Pero más fuertemente nosotros venimos a traer, lo voy a poner en el idioma cristiano y después lo voy a tratar desde la mirada física, el reino de los cielos aquí. Como decían Jesús y otros profetas.
Traer el cielo a la tierra, significaría que en esta entropía porque el universo es entrópico, la entropía va en crecimiento. Esto lo dicen los astrofísicos, que significa el desorden va en crecimiento. La ley del plano físico es la ley del desorden, mientras que la ley en el plano álmico es el orden. Hay que traer el orden al desorden para fundir todos con Dios.
Vamos a hablar de cómo funciona el desprendimiento del ser.
Una vez que el cuerpo físico se apaga, vos sos mente-alma. La mente se va evaporando, va disminuyendo esa energía mental para convertirse en un registro akashico, que va a ir dentro del campo akashico. Ese registro akashico significa todo eso que vos guardás, tipo memoria de esa vida que vos cumpliste. Ocurre que, a veces la gente está tan enganchada con el plano material, por un motivo u otro, que puede ser familiar, que no querés dejar a ese ser que está encarnada, por un motivo u otro o no querés dejar bienes materiales o lo que sea. Que, lo que naturalmente ocurría, que sería que esa mente se vaya disolviendo, potencias el que continúe estando. Por lo tanto, seguís todavía en este plano sin llegar a estar en el otro. Porque tu mente sigue pesando exactamente igual como si estuvieras vivo.
El verdadero trabajo de la meditación te va a dar claridad al respecto. Cuando uno medita profundamente, sabés de qué se trata el otro lado. Porque ya estás aquí y allí. Y, vamos a ver realistas, vos partís para parafrasear una idea, viene tu mamá y sabés cuáles son los códigos personales y rápidamente decís: sí, que sos.
Porque nuestra misión profunda como seres álmico y aquellos que estamos en un conocimiento, cada uno desde su línea de pensamiento, pero en búsqueda de eso álmico, es traer el cielo a la tierra. Ese es el propósito final. Traer la divinidad a este plano material complicado. Ese es nuestro objetivo. Si no lo cumplimos, volvemos todos a este plano. Porque ese es el propósito final de cada alma que está encarnada. Y también traer luz a prójimo. Por eso, el verdadero trabajo álmico en este plano no es obtener cosas, es dar cosas y entre ellos, es dar la palabra correcta y la palabra de paz. Más allá de dar cosas para aquellos que están sufriendo.
Te llevas, mira que interesante, no lo que obtuviste, sino lo que diste. Te llevás lo que diste y esa es la clave.
Todo esto lo que quiero decir es que hay que romper los programas. Sean conscientes de que son almas y que en realidad profundamente, somos almas hoy, con esta experiencia humana. No es que tenemos que buscar un contacto álmico, somos almas que hoy estamos encarnados o conectados con este cuerpo aprendiendo a manejar nuestra emocionalidad. Clave.
Imagínense que nuestra misión como seres de aquí, es manejar la emocionalidad. De tal manera que estamos conectándonos con todos los seres, familiares, no familiares, amigos, conocidos, que tienen emocionalidad. ¿cómo impacta esa emocionalidad en este ser? Ahí es donde el despertar del alma, te hace trascender esto. Y la trascendencia es tan hermosa, que equilibrás todo. A tal punto que desaparecen los celos, desaparecen las envidas, desaparecen las broncas, desaparecen todas estas cosas. Pero uno tiene que estar vibrando en ese estado álmico, porque hoy tenemos esta experiencia humana. Cuando uno mira desde ese lugar, no se enoja más. Ahora, mientras que yo siga engañado por esta ilusión corpórea, mi evolución está un poquito estancada.
Taller: "¿Hay vida después de la muerte?"
Sábado 20 de Agosto 2022
A cargo del Profesor Claudio Marzan.
Y la relación que tenemos nosotros, como humanos, con la muerte. Porque también tenemos una relación directa. Lo que da sentido a la vida, aunque parezca mentira, es lo que nosotros decimos o denominamos muerte. ¿por qué decimos que estamos vivos? Porque en su polaridad está la muerte.
Y la realidad, que todos los que estamos acá, todos, vamos a dejar este cuerpo físico, vamos a morir o lo que se considera muerte. Hay muchos trabajos que se hacen a nivel terapéutico, hasta cómo se imaginan que puede ser tu muerte. Un juego que se hace, que no lo voy a hacer acá.
Todos vamos a morir. A veces ocurre ante ese evento, cuando uno está cerca de ese evento, no sabe cómo acompañar. Porque el inconsciente trabaja desde ciertos niveles. Hay duelos que se hacen en forma natural y hay duelos que se hacen en forma complicada.
Un duelo natural, es el proceso correcto en donde con el tiempo uno va sanando esa herida. El complicado, el tiempo no estaría ayudando. Y a veces, cuando existe el duelo complicado, lo que en psicología se diría un duelo no resuelto, tiene distintos síntomas a saber:
La incapacidad de aceptar la muerte. Nos cuesta aceptar la muerte de ese ser querido.
Tenés un letargo emocional continuo.
Aparece una preocupación sobre el ser querido que ya no está por cómo murió. Hay planteos: se murió de esta manera y no de la otra, empiezan los análisis: si hubiéramos hecho esto, lo otro, ese duelo es continuo.
Por lo tanto, aparece una incapacidad también, es otro síntoma, sobre compartir buenas memorias o buenos recuerdos sobre ese ser querido, sino se quedan tildados en los peores momentos.
Aparece también la culpabilidad ante ese evento. Echarse la culpa a uno mismo.
Cuando uno va más al extremo, aparece hasta el deseo de morir para estar con el ser querido.
La añoranza de querer tener al ser para decirle tal o cual cosa que no pudo decir.
Una sensación de soledad y desconexión ante el fallecimiento de ese ser querido.
Aparece falta de motivación, ya empieza uno a taladrar el psiquismo fuertemente. Falta de interés en fijarse metas o el mismo futuro se desdibuja.
Y en el extremo máximo aparece una pérdida de identidad.
Todo eso ocurre ante el evento de la muerte de un ser.
Claramente estamos tocando esta parte, en este plano. ¿Qué debe hacer uno?
Primero les doy lo concreto, para después llegar a algo más profundo. Porque lo concreto es que la muerte existe. No estoy hablando en el después, estoy hablando del aquí y ahora.
Si yo quiero colaborar con aquella persona que está caminando el duelo o colaborar con uno mismo que está enfrentando ese duelo, lo primero que uno tiene que hacer es permitirse o permitirlo o ayudarlo a sentir el dolor. Dejá que llore lo que tenga que llegar, que sienta lo que tenga que sentir, que hable lo que tenga que hablar. Y vos también, si estás viviendo eso permitítelo.
Si es uno mismo, no dejes que otras personas te digan cómo te tenés que sentir. Porque hay algunos que vienen a aconsejarte. No, vos tenés que sentirte así. Por lo tanto, uno NO debe decirle a esa persona, que está vivenciando ese evento, cómo debe sentirse. Eso es un error grave. Se siente como se siente y hay que acompañarlo. Si es desde uno y uno está viviendo ese duelo, hay que tenerse paciencia. El tiempo en esto siempre ayuda y colabora. No hay que presionarse. Es aceptar el dolor y aceptar qué está pasando con las emociones en ese dolor. Y no te juzgues, tampoco obviamente va hacia el otro. Porque uno lo haría para uno, y no lo haría para el otro. No juzgar: me debería sentir más fuerte. No, sentís lo que sentís.
En realidad, contrario a lo que muchas personas hacen, hablar ayuda mucho. Hablar acerca de esa persona porque el hablar, obviamente con personas correctas, porque el hablar te lleva a los recuerdos buenos y experimentarías la partida desde otro lugar. Por lo tanto, está bueno hablarlo, no guardarlo.
Una de las cosas que también se recomienda mucho ante la partida de un ser, es no cambies tu estilo de vida, seguí haciendo tu estilo de vida. Por lo menos durante un tiempo, que la muerte no sea un antes y un después y ahora cambia mi vida. No. Seguí tu vida normal; y ayudá a la persona a la cual le partió un ser querido, que también continúe su vida normal.
La realidad que, de una mirada psicológica, durante ese primer año de duelo uno o el otro, el que sea, uno debe seguir trabajando en el mismo lugar, no cambies nada. Porque lo que hace uno es generar seguridad en su sentimiento.
Es importante, aunque les parezca mentira, ocuparse de uno mismo. Uno a veces ante el propio duelo, es dejarse estar. Tengan actividad física, conéctense con la naturaleza, descarguen tensiones, conéctense con esos placeres físicos que les permiten renovarse. Si tienen ganas de dormir, háganlo, etc. Sí evitar cualquier sistema químico que anule el sentir, algún tipo de droga no correcta, alcohol inclusive estoy hablando. Y hay que hacerlo natural, permítanse sentir.
Sí trabajar fuertemente, si uno habla de uno con aquella persona que se fue, el perdonarse rápidamente todas las cosas que no se hayan dicho o se hayan dicho mal. Y no quedarse tildado en tendría que haber dicho o haber reaccionado de tal manera. La compasión y el perdón con uno mismo es clave. Por lo tanto, si uno conoce a alguien que perdió un ser querido y se echa culpa, trabajá y ayudalo desde ese lugar.
Cuando uno está en duelo, contrario a lo que se hacía en otras generaciones y en otras épocas, permítanse escuchar música, ir al cine, permítanse. No es, ahora estoy en duelo no salgo, ahora estoy en duelo me quedo encerrado, es un método porque lo único que hace es retroalimentar ideas no positivas.
Y si uno está muy traumatizado, bueno busque ayuda profesional. Es importante porque rápidamente, uno elabora el duelo.
Ocurre que a veces, ante esos eventos, existen cambios en la familia. Porque si uno tiene la pérdida de un ser que puede ser el ser que aporta dentro de la familia, ni hablemos de la pérdida de un hijo que es complejo, tratar de generar lentamente nuevas posibilidades en ese recambio de la estructura familiar.
Si uno quiere ayudar y colaborar a esto que ocurre, miren lo que les voy a decir: hay mucha gente que cree que cuando alguien fallece no hay que nombrar la palabra fallecimiento, ni que se murió; y la verdad es al revés. Hay que hacerlo porque lo traés a la realidad. El hablar abiertamente sobre se murió o falleció es traer en realidad la vivencia y no dejar que lo no comunicado genere un síntoma. Lo no hablado genera síntomas, físicos o psíquicos.
Es muy importante ante la pérdida de un ser, contrario a lo que algunos creen, si es necesario que la persona se conecte con el cuerpo físico o el cadáver. Por eso, hay muchos traumas cuando hay fallecimientos sin conexión de cadáveres. El cadáver es verlo en un féretro o en un cajón. Nuestro psiquismo funciona así. Por eso, la palabra también te trae sin necesidad de que vea el cadáver la persona, a la conexión con la muerte.
Cuando uno tiene adelante a ese ser que ha vivenciado la partida de un ser querido, debe expresar con claridad su preocupación, explicar su sentimiento. Ser genuino es clave, no ocultar sentimiento. Y ahí vos vas a colaborar en acompañar el duelo, siempre ofreciendo el apoyo y lo que necesite el otro ser. Estoy acá para lo que necesites. Pero, no imponiendo la necesidad. Dejá que la persona que está vivenciando el duelo, decida que.
Dejá que la persona que está vivenciando el duelo, se explaye profundamente y no interrumpirlo. Lo que se llamaría una escucha activa, dejar que de punta a punta, explique lo que siente, lo que vive, lo que no vive, todo. Y uno ahí colabora y ayuda.
La muerte existe, es un hecho concreto. Vamos ahora a ir ingresando a qué hay después de esto y va a ser lo más jugoso y presentar distintas miradas, posiblemente algunas más revolucionarias que otras, que también nos permite conectarnos con lo distinto.
El libro de los muertos de los egipcios, justamente es el libro que dentro de las aproximadamente 144 frases que el muerto que va a cruzar ese umbral tiene que decir, salen los diez mandamientos. Porque los mandamientos son un pequeño extracto de los 144, con un pequeño cambio. Por ejemplo, vamos a nombrar uno. En el libro de los muertos, cuando estabas adelante de Thot decías:
· Yo no he matado.
· Yo no he robado.
En los mandamientos te los ponen como ley, en el libro de los muertos como distintas cosas que hiciste para cruzar ese hermoso viaje.
Entonces, claro que estaba todo escrito. Y acá viene el gran punto, este conocimiento abre conciencia. La idea es abrir conciencia y posibilidad.
Los voy primero a llevar desde la mirada, hoy por hoy, de la física cuántica. Que es lo que cada día está más acelerado.
¿Qué dicen los físicos cuánticos con respecto a la vida más allá de la vida? y como siempre ocurre dos sectores:
Uno de ellos dice: No existe nada porque cuando uno se muere no vemos ninguna transmutación cuántica.
Y otros te dicen: Sí, existe algo.
Los que hablan de que sí existe algo. Hay una teoría que se llama la teoría del biocentrismo de Robert Lanza, en donde dá toda explicación que yo voy a hacer un pequeño análisis al respecto, mientras que los otros no tienen una teoría, solo dicen no. Los que dicen no, expresan que en el estado físico cuántico no funciona así. Porque dentro del cuerpo físico no se nota ninguna transmutación cuántica.
El tema es el siguiente y esto lo explicamos desde la Kabalah y también voy a utilizar la teoría biocentrista, que la gran confusión y ahí físicos cuánticos toman esta teoría que les voy a decir, es que lo que se llama alma conciencia, conciencia o lo que sea, no está dentro del cuerpo. Entonces, el fenómeno cuántico estaría pasando por afuera, como hoy aceptan otros físicos cuánticos.
Cuando uno dice ¿dónde está tu alma o tu conciencia?
Mucha gente lo buscada y decía: está dentro de la glándula pineal o dentro del corazón, etc. Cada uno lo buscaba en algún lugar físico, porque en aquella etapa evolutiva no se consideraba este concepto, de que no tengo que estar adentro para manejar este cuerpo.
¿Ustedes creen que el alma está dentro de ustedes o que se escapa el alma?
¡Qué interesante!
Desde la teoría biocentrista o de la física cuántica, no se escapa el alma a ningún lado. No está dentro tuyo, es muy simple.
Cuando ustedes piensan, eso que ustedes piensan ¿dónde está? no hay ninguna neurona que descubra un pensamiento. De hecho, la neurociencia dice que se piensa en forma holográfica. O sea, las ideas están fuera del cuerpo. Esto es neurociencia.
Pienso en papá: Agarro una neurona y digo: mira el pensamiento de papá está dentro de esta neurona. No funciona así. Es una multiplicidad eléctrica que genera esa idea fuera del cuerpo. Por lo tanto, la conciencia está fuera del cuerpo. Entonces la gran pregunta es, si la conciencia esta fuera del cuerpo y yo me doy cuenta que soy consciente ¿dónde estoy entonces? Yo acá no estoy entonces. No, no están ahí, creen que están ahí.
Más aún voy a dar un ejemplo, quizás esto los confundió: El celular, tecnología hecha por nosotros, cuando el celular hace una operación o algo o la memoria misma ¿está ahí adentro? Esta en la red, que se conecta con el aparato y funciona. La red internet no está dentro del celular, está afuera y la red se conecta con el celular, es decir: se conecta con el celular y lo maneja. Si ustedes rompen el celular, la red sigue estando; compran otro y sigue funcionando.
Bueno, bienvenido al nuevo conocimiento. Los kabalistas ya veían este tema, pero también les tengo que decir que hoy los físicos cuánticos también lo ven así.
En este momento nuestro cerebro está recibiendo información por nuestros sentidos y se está llenando de información. Y fíjense que, gracias al cerebro que está tomando toda la información, yo tengo esto llamado realidad. El cerebro, en este preciso momento todos están viendo, porque están recibiendo información ocular, el sentido de la vista está generando, ustedes ven que están iluminados, el salón tiene luz. Y eso gracias al cerebro, porque toda esa información se procesa en el cerebro. Les cuento algo, el cerebro está en una caja oscura porque no entra luz por mi cráneo y creen que está iluminado el cerebro. Pobrecito, está engañado el cerebro. El cerebro ve luz, ve un montón de cosas; pero él está totalmente a oscuras. Nosotros estamos ligados con el cuerpo por el sistema emocional.
Miren lo que les voy a decir y acá voy a patear varios tableros. Cuando un poquitito más avancemos en tecnología y tengamos seres cibernéticos porque vamos hacia ese lugar ¿un robot puede llegar a tener alma?
Y ahí entran los debates, muchos van a decir no. Y está bien que esta generación diga no. Pero la que viene va a decir que sí. Porque la conciencia y el alma están fuera del cuerpo.
Entonces yo puedo utilizar un cuerpo electrónico o puedo utilizar un cuerpo orgánico, pero los dos funcionan de la misma manera. Quizás uno es más eficaz que otro. Fíjense que concepto hermoso, la tecnología ya está demostrando que la conciencia (alma) está fuera del cuerpo físico. Hoy hasta sería ignorancia no creer que hay vida más allá de la vida. La gran pregunta seria ¿cómo es eso?
El ser, sea un humano o sea lo que se dice un animal ¿pierde identidad? No.
Hace mucho tiempo atrás, sin saber y no teniendo esta tecnología. Pedro Romaniuk estuvo también dentro de esa investigación. Había algo que se llamaba espiricon. El espiricon era un aparato electrónico que, en realidad era un televisor con ciertos componentes electrónicos para conectarse con seres que no estaban acá. La realidad que no tuvo mucho éxito, o más o menos tuvo éxito. Fíjense que la teoría era, yo voy a traer un ser del más allá al más acá.
Existen escuelas de conocimiento, la escuela de conocimiento Basilio, que ellos buscan conectarse con espíritus o desde nuestra mirada almas. Y buscan desde distintos sistemas o técnicas la conexión, con algunos resultados correctos y otros resultados psicóticos. Es como que continuamente se busca la conexión con ese otro mundo. Porque nosotros en este momento, estamos en ese otro mundo. Por lo tanto, cuando uno comienza a comprender esta nueva información y lo puede hacer conocimiento, podemos conectarnos desde ese otro lugar. Es ahí que el concepto es distinto, todos nosotros seguimos siempre vivos, porque el alma está viva y es vida. Pero tenemos momentos de conexiones en el plano físico. Tener estos momentos nos permite experimentar la corporalidad de una manera distinta. Cada uno con esto que se llama el karma, en lo profundo venimos a aprender.
Y ¿qué venimos a aprender? Acá viene el gran punto y genero desde todas las miradas religiosas.
En realidad, tenemos una misión común y mientras tanto un aprendizaje. El aprendizaje es claramente, manejar nuestro sistema emocional y equilibrarnos. Pero más fuertemente nosotros venimos a traer, lo voy a poner en el idioma cristiano y después lo voy a tratar desde la mirada física, el reino de los cielos aquí. Como decían Jesús y otros profetas.
Traer el cielo a la tierra, significaría que en esta entropía porque el universo es entrópico, la entropía va en crecimiento. Esto lo dicen los astrofísicos, que significa el desorden va en crecimiento. La ley del plano físico es la ley del desorden, mientras que la ley en el plano álmico es el orden. Hay que traer el orden al desorden para fundir todos con Dios.
Vamos a hablar de cómo funciona el desprendimiento del ser.
Una vez que el cuerpo físico se apaga, vos sos mente-alma. La mente se va evaporando, va disminuyendo esa energía mental para convertirse en un registro akashico, que va a ir dentro del campo akashico. Ese registro akashico significa todo eso que vos guardás, tipo memoria de esa vida que vos cumpliste. Ocurre que, a veces la gente está tan enganchada con el plano material, por un motivo u otro, que puede ser familiar, que no querés dejar a ese ser que está encarnada, por un motivo u otro o no querés dejar bienes materiales o lo que sea. Que, lo que naturalmente ocurría, que sería que esa mente se vaya disolviendo, potencias el que continúe estando. Por lo tanto, seguís todavía en este plano sin llegar a estar en el otro. Porque tu mente sigue pesando exactamente igual como si estuvieras vivo.
El verdadero trabajo de la meditación te va a dar claridad al respecto. Cuando uno medita profundamente, sabés de qué se trata el otro lado. Porque ya estás aquí y allí. Y, vamos a ver realistas, vos partís para parafrasear una idea, viene tu mamá y sabés cuáles son los códigos personales y rápidamente decís: sí, que sos.
Porque nuestra misión profunda como seres álmico y aquellos que estamos en un conocimiento, cada uno desde su línea de pensamiento, pero en búsqueda de eso álmico, es traer el cielo a la tierra. Ese es el propósito final. Traer la divinidad a este plano material complicado. Ese es nuestro objetivo. Si no lo cumplimos, volvemos todos a este plano. Porque ese es el propósito final de cada alma que está encarnada. Y también traer luz a prójimo. Por eso, el verdadero trabajo álmico en este plano no es obtener cosas, es dar cosas y entre ellos, es dar la palabra correcta y la palabra de paz. Más allá de dar cosas para aquellos que están sufriendo.
Te llevas, mira que interesante, no lo que obtuviste, sino lo que diste. Te llevás lo que diste y esa es la clave.
Todo esto lo que quiero decir es que hay que romper los programas. Sean conscientes de que son almas y que en realidad profundamente, somos almas hoy, con esta experiencia humana. No es que tenemos que buscar un contacto álmico, somos almas que hoy estamos encarnados o conectados con este cuerpo aprendiendo a manejar nuestra emocionalidad. Clave.
Imagínense que nuestra misión como seres de aquí, es manejar la emocionalidad. De tal manera que estamos conectándonos con todos los seres, familiares, no familiares, amigos, conocidos, que tienen emocionalidad. ¿cómo impacta esa emocionalidad en este ser? Ahí es donde el despertar del alma, te hace trascender esto. Y la trascendencia es tan hermosa, que equilibrás todo. A tal punto que desaparecen los celos, desaparecen las envidas, desaparecen las broncas, desaparecen todas estas cosas. Pero uno tiene que estar vibrando en ese estado álmico, porque hoy tenemos esta experiencia humana. Cuando uno mira desde ese lugar, no se enoja más. Ahora, mientras que yo siga engañado por esta ilusión corpórea, mi evolución está un poquito estancada.
Taller: "¿Hay vida después de la muerte?"
Sábado 20 de Agosto 2022
A cargo del Profesor Claudio Marzan.