La nebulosa Boomerang, a 5 mil años luz de la Tierra, tiene el récord de temperatura baja
En su remoto pasado, hace miles de millones de años, la temperatura del universo alcanzaba varios billones de grados centígrados, pero se ha ido enfriando lentamente a medida que se expande, hasta alcanzar el valor actual, que está solamente 2,7 grados por encima del llamado cero absoluto (la temperatura más baja posible según las leyes de la física, que equivale a -273,15 grados centígrados).
El universo es frío, muy frío. Su temperatura se ha medido gracias al descubrimiento de la radiación cósmica de fondo en 1965, que se conoce como el eco que proviene del origen del universo, una radiación que baña todo el cosmos.
Hay muchísimos sitios en el universo donde la temperatura es mucho mayor que la del promedio, por ejemplo en las estrellas, cuyo interior puede estar a varios millones de grados centígrados. Encontrar sitios más fríos es mucho menos común.
Sin embargo, en 1995 se descubrió un objeto que representa todo un récord de baja temperatura. Ese cuerpo es una nube de gas a 5 mil años luz de la Tierra, que corresponde a una estrella agonizante en cuya fase terminal expulsa gas que se expande a más de 100 kilómetros por segundo y genera la llamada nebulosa.
Debido a su forma recibe el nombre de nebulosa Boomerang, y el valor más bajo de temperatura que se midió en ella es de apenas medio grado por encima del cero absoluto.
Al igual que el funcionamiento de una nevera convencional, en la nebulosa el gas se expande, lo que hace que se enfríe. Este lugar sigue siendo un misterio y aún no se entiende cómo el gas puede ser expulsado a semejante velocidad.
No obstante, si hablamos de cosas frías, la temperatura más baja conocida en el universo fue registrada muy cerca de nosotros, aquí en la Tierra, en un laboratorio de física.
Los experimentos con átomos ultrafríos, por medio de enfriamiento con láser y campos magnéticos, llevan a la materia a temperaturas muy cercanas al cero absoluto.
En tal estado, la materia está dominada por la mecánica cuántica y tiene propiedades fascinantes, por ejemplo el material enfriado se vuelve superconductor (no opone resistencia al flujo de electricidad).
En la última edición de Science hay un estudio de la Universidad de Stanford donde átomos de rubidio son llevados a temperaturas récord de escasamente 0,00000000005 grados por encima del cero absoluto, la temperatura más baja jamás medida.
El próximo año se espera el lanzamiento a la Estación Espacial Internacional de un laboratorio en el que se alcancen temperaturas 10 veces menores.
Fuente EL UNIVERSAL