La razón científica por la que debes considerarte afortunado si naciste en verano

 
Pasar un verano caluroso embarazada no debe ser muy agradable, mucho menos si estás a término. La hinchazón, el cansancio, el calor... No es una buena combinación. Si naciste en esta época, deberías agradecerle a tu madre y, ya que estás, puedes mostrarle este artículo para demostrarle que su esfuerzo no fue en vano.

No lo decimos porque seas una persona particularmente espectacular (aunque seguro lo eres, nunca lo dudamos), lo decimos porque, según los expertos, los bebés nacidos en los meses de verano cuentan con varias ventajas frente a los nacidos en otras épocas.
 
La importancia del mes de nacimiento

El estudio en cuestión fue realzado con unas 450 000 personas del Reino Unido, un número que sin duda da una buena dosis de credibilidad a sus conclusiones. Además, como el momento en que uno nace o es concebido no está directamente relacionado con factores socioeconómicos ni con la edad o salud de los padres, se trata de un factor bastante fácil de aislar.

El propósito del estudio era, en parte, confirmar algo que varios estudios anteriores ya habían anunciado: el mes de nacimiento de una persona afecta su desarrollo más adelante. Los seguidores del horóscopo y otras ramas de la astrología deben estar intentando contener su alegría, pero, al menos en este caso, la alineación de los planetas y las estrellas no son los responsables. El efecto se relaciona más bien al ambiente dentro del útero durante la gestación.

Un mejor futuro

Entonces, ¿cuáles son esas ventajas de las que venimos hablando? Una de las conclusiones a las que llegaron los autores del estudio es que el mes de nacimiento está estrechamente vinculado con el peso del bebé. Los nacidos en verano tienden a ser más gordos, algo directamente relacionado con la salud más adelante. Un valor agregado, además, es que los niños nacidos en verano tienden a ser más altos una vez que crecen.

Otra de las observaciones realizadas es que, en el caso de las mujeres, también afecta el momento en que comienza la pubertad: aquellas que nacieron en verano suelen comenzar esta etapa antes. Se ha probado que esto está relacionado con una mejor salud cuando son adultas, pero hasta ahora no se había podido probar la existencia de una relación entre esto y el mes de nacimiento.

Ahora, lo que queda es comenzar a entender en mayor detalle los mecanismos que llevan a estos resultados para, posiblemente, traducirlos en aplicaciones médicas que puedan mejorar la salud de miles de personas. Una de las teorías es que la exposición temprana a la vitamina D juegue un papel fundamental en el desarrollo de los bebés, pero aún se debe confirmar.
 
Fuente BATANGA
 
 
 
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