Dormir es una de las necesidades básicas que nuestro cuerpo nos demanda, pero es además uno de los grandes placeres de la vida y un misterio en muchos aspectos para ciencias como la neurología y la psicología. Al final de tu vida, habrás pasado al menos 40 años durmiendo y seguramente recordarás muy poco de lo que sucedió contigo en ese tiempo. Cuando te acuestas cada noche, tu cuerpo lejos de dejar de trabajar, inicia un sinfín de labores extenuantes, poderosas y necesarias para el desarrollo de tu cuerpo y tu salud.
Genial.guru te invita a conocer 8 de los datos más curiosos sobre lo que le ocurre a tu cuerpo cuando te aferras a los brazos de Morfeo y dejas que tu lado consciente se apague por unas horas.
1. Tus músculos se paralizan
Cuando entras en la fase REM (Rapid Eye Movement) de sueño, es decir la más profunda de todas, los músculos de tus extremidades se paralizan por completo y les es imposible moverse temporalmente.
Existe un trastorno del sueño en donde esta parálisis se mantiene por unos segundos o minutos después de despertar. Se trata de una sensación aterradora de parálisis que experimentan los narcolépticos justo cuando abren sus ojos después de dormir.
2. Tus ojos se mueven a toda velocidad
Todas las fases del sueño cumplen con una función de descanso específica en tu cuerpo y cerebro. Cada una es más profunda que la anterior y sólo cumples el ciclo completo cuando experimentas las cinco. La última de todas es la más activa e inicia aproximadamente 60 o 90 minutos después de que te quedas dormido. En esta fase tus ojos se mueven a toda velocidad hacia adelante y atrás, sin que tengas consciencia de ello ya que tu mente está enfocada en lo que estás soñando.
3. Se activa la hormona del crecimiento
La hormona HGH, más conocida como la hormona del crecimiento, es la encargada de permitirles a tus huesos, músculos y tejidos regenerarse. Cuando duermes la producción de esta sustancia se activa en todo tu cuerpo contribuyendo a la cicatrización de heridas y renovación de todas las células del cuerpo. Cuando somos niños, también se activa para dar grandes pasos en el desarrollo de nuestro crecimiento natural. Por esta razón es posible afirmar que creces más cuando duermes o que el sueño embellece.
4. Tu garganta se estrecha
Cuando duermes el tamaño de tu garganta disminuye debido a la distensión muscular que sufren los órganos de esta zona del cuerpo. Esta es una de las causas que provoca ronquidos profundos. Aunque hay otros factores que contribuyen, como la obstrucción nasal. El estrechamiento de la garganta tiene mucho que ver con los molestos ruidos que algunos producen al dormir.
5. Tus dientes rechinan
El bruxismo es el nombre de este fenómeno. No a todo el mundo le sucede, pero algunas personas pueden despertarse con fuertes dolores mandibulares después de haber hecho rechinar sus dientes en la noche. El bruxismo puede tener un origen morfológico, se presenta por una desalineación en la mandíbula; o psicológico, es una forma de liberar tensión emocional y estrés acumulados duante el día. Sin embargo, los estudios aún no logran identificar la razón por la que algunas personas nunca pasan por eso, mientras otras acaban con los dientes quebrados, desgastados y con los músculos de la mandíbula adoloridos.
6. Tu cerebro libera información acumulada e inventa historias
Todavía sigue siendo un misterio para la ciencia la forma en que se conforman nuestros sueños. Al día de hoy sabemos que nuestro cerebro construye paisajes oníricos a partir de recuerdos presentes de nuestra vida cotidiana y material profundo de nuestro subconsciente. Así, los «residuos de vigilia» se conjugan con la información que tenemos alamacenada desde hace años: recuerdos, traumas, afectos, sensaciones, para crear la materia misteriosa y a veces absurda de nuestros sueños. Sin embargo, todavía no es posible determinar por qué nuestra mente viaja a determinados lugares en la noche, por qué elige recuerdos específicos, colores, voces, escenas o personas con las que soñamos. A pesar de los grandes avances de la ciencia, un fragmento de nuestros sueños siguen siendo un gran acertijo por resolver.
7. Puedes oír explosiones repentinas
Este es un fenómeno que no es frecuente, pero puede ocurrir. Si alguna vez te pasa, sentirás que una fuerte explosión te hizo despertar, todo tu cuerpo estará sobresaltado y alerta, pero en realidad nada en el mundo exterior habrá ocurrido. Quienes sufren de este síndrome sienten que la cabeza les explota o escuchan un fuerte sonido, como el de un disparo. No causa ningún dolor físico, pero a nivel psicológico puede tener implicaciones serias.
8. Tu cerebro se restaura y se desintoxica
Algunos investigadores de la Universidad de Rochester encontraron que mientras duermes tu cerebro pone en marcha todos los mecanismos para limpiar los residuos nocivos que se acumularon durante el día en tu memoria. El mecanismo que se activa cuando estamos durmiendo se llama sistema glinfático y cuando se enciende permite que tu cerebro deseche la información que considera innecesaria, acumule la que considera vital y renueve sus conexiones.
Fuente GENIAL