Una nueva investigación indica la existencia de una relación entre la tasa de casos de enfermedades mentales en jóvenes lo bastante graves como para recibir medicación psiquiátrica por prescripción médica, y el nivel de contaminación atmosférica en su lugar de residencia, producida por la quema de combustibles fósiles y otras fuentes antropogénicas habituales.
El estudio, realizado por el equipo de Anna Oudin, de la Universidad de Umea en Suecia, cubre una gran parte de la población sueca.
Cada vez más estudios muestran que el cerebro y el desarrollo cognitivo humano se ven afectados por la contaminación. En este de Oudin y sus colegas, se ha analizado la correlación entre la exposición a la polución del aire en áreas residenciales y la salud psiquiátrica de niños y adolescentes. El estudio se llevó a cabo examinando datos en los registros donde quedan apuntados los medicamentos que se dispensan a todos los suecos, así como datos de la concentración de la polución del aire en cada zona, del Registro Nacional Sueco.
El estudio, realizado por el equipo de Anna Oudin, de la Universidad de Umea en Suecia, cubre una gran parte de la población sueca.
Cada vez más estudios muestran que el cerebro y el desarrollo cognitivo humano se ven afectados por la contaminación. En este de Oudin y sus colegas, se ha analizado la correlación entre la exposición a la polución del aire en áreas residenciales y la salud psiquiátrica de niños y adolescentes. El estudio se llevó a cabo examinando datos en los registros donde quedan apuntados los medicamentos que se dispensan a todos los suecos, así como datos de la concentración de la polución del aire en cada zona, del Registro Nacional Sueco.
Los resultados muestran que la polución del aire aumentó cuando lo hacía el riesgo de que se recetase medicación relativa a por lo menos un diagnóstico psiquiátrico del individuo, en niños y adolescentes. En general, este riesgo se incrementaba un 9 por ciento si había un aumento de 10 microgramos por metro cúbico de concentración de dióxido de nitrógeno, en comparación con poblaciones de zonas menos contaminadas. La tendencia se mantuvo incluso después de haber tenido en cuenta factores socioeconómicos y demográficos.
Los resultados pueden implicar que una concentración menor de contaminación del aire, y sobre todo de la relacionada con el tráfico, podría reducir los trastornos psiquiátricos en niños y adolescentes, tal como plantea Oudin.
Los resultados pueden implicar que una concentración menor de contaminación del aire, y sobre todo de la relacionada con el tráfico, podría reducir los trastornos psiquiátricos en niños y adolescentes, tal como plantea Oudin.
Fuente NCYT