Según las conclusiones de una investigación reciente sobre los efectos neurológicos del ejercicio aeróbico (ejercicio físico que suscita un gran aumento de la respiración, como por ejemplo correr), podría ser posible incrementar la reserva de neuronas del hipocampo, y mejorar así las condiciones previas para el aprendizaje, al promover la neurogénesis a través de un ejercicio aeróbico sostenido, como correr. En la investigación se han explorado además detalles sobre ello.
Cada vez está más claro que el ejercicio aeróbico, como correr, tiene efectos positivos en la estructura y función cerebral, por ejemplo, en la generación de neuronas (neurogénesis) en el hipocampo, una estructura cerebral que es importante para el aprendizaje. Sin embargo, no ha estado claro si ejercitarse por intervalos de alta intensidad, lo que se refiere a episodios cortos de ejercicio anaeróbico muy intenso (por ejemplo levantamiento de pesas, que exige esfuerzos grandes pero más puntuales), alternados con periodos de recuperación, tiene efectos parecidos en la neurogénesis en el hipocampo. Además, las variaciones genéticas individuales en la respuesta general al ejercicio físico juegan probablemente un papel en los efectos de dicho ejercicio en la neurogénesis adulta, pero se han estudiado menos.
El equipo internacional de Miriam Nokia y Heikki Kainulainen, de la Universidad de Jyväskylä en Finlandia, ha estudiado en ratas los efectos del ejercicio sostenido que supone correr, en comparación con ejercicios más al estilo del levantamiento de pesas. Concretamente, se buscaron efectos sobre la neurogénesis en el hipocampo de ratas macho adultas, siendo algunas de ellas propensas genéticamente a experimentar una respuesta alta al entrenamiento aeróbico, y otras con una baja respuesta a él. El período de ejercicio abarcó de 6 a 8 semanas, y, durante el mismo se mantuvo en condiciones sedentarias en una jaula a un conjunto de ratas que por lo demás eran muy similares.
Cada vez está más claro que el ejercicio aeróbico, como correr, tiene efectos positivos en la estructura y función cerebral, por ejemplo, en la generación de neuronas (neurogénesis) en el hipocampo, una estructura cerebral que es importante para el aprendizaje. Sin embargo, no ha estado claro si ejercitarse por intervalos de alta intensidad, lo que se refiere a episodios cortos de ejercicio anaeróbico muy intenso (por ejemplo levantamiento de pesas, que exige esfuerzos grandes pero más puntuales), alternados con periodos de recuperación, tiene efectos parecidos en la neurogénesis en el hipocampo. Además, las variaciones genéticas individuales en la respuesta general al ejercicio físico juegan probablemente un papel en los efectos de dicho ejercicio en la neurogénesis adulta, pero se han estudiado menos.
El equipo internacional de Miriam Nokia y Heikki Kainulainen, de la Universidad de Jyväskylä en Finlandia, ha estudiado en ratas los efectos del ejercicio sostenido que supone correr, en comparación con ejercicios más al estilo del levantamiento de pesas. Concretamente, se buscaron efectos sobre la neurogénesis en el hipocampo de ratas macho adultas, siendo algunas de ellas propensas genéticamente a experimentar una respuesta alta al entrenamiento aeróbico, y otras con una baja respuesta a él. El período de ejercicio abarcó de 6 a 8 semanas, y, durante el mismo se mantuvo en condiciones sedentarias en una jaula a un conjunto de ratas que por lo demás eran muy similares.
En conclusión, solo el ejercicio aeróbico sostenido mejoró la neurogénesis en el hipocampo en animales adultos.
El resultado es importante porque, según investigaciones previas, las nuevas neuronas del hipocampo producidas como resultado de la neurogénesis son necesarias entre otras cosas para aprender tareas temporal o espacialmente complejas. Es posible que promoviendo la neurogénesis a través del ejercicio aeróbico sostenido, la reserva de neuronas del hipocampo pueda incrementarse y por tanto que las precondiciones para el aprendizaje mejoren asimismo, también en humanos.