Revisando las imágenes tomadas por la sonda Rosetta los astrónomos han detectado el momento en que se derrumba uno de sus acantilados y se observa momentáneamente el hielo oculto bajo su superficie.
La escena tuvo lugar el 10 de junio de 2015 en el acantilado llamado Aswan sobre la superficie 67P/Churyumov–Gerasimenko. El instrumento OSIRIS a bordo de la sonda Rosetta registraba el momento en que, en este mundo efímero de sombras y luces, una parte del acantilado se venía abajo dejando un rastro de polvo y escombros y mostraba, durante unos instantes, el prístino núcleo de hielo del cometa.
El derrumbe mostró, durante unos instantes, el prístino núcleo de hielo del cometa
La escena tuvo lugar el 10 de junio de 2015 en el acantilado llamado Aswan sobre la superficie 67P/Churyumov–Gerasimenko. El instrumento OSIRIS a bordo de la sonda Rosetta registraba el momento en que, en este mundo efímero de sombras y luces, una parte del acantilado se venía abajo dejando un rastro de polvo y escombros y mostraba, durante unos instantes, el prístino núcleo de hielo del cometa.
El derrumbe mostró, durante unos instantes, el prístino núcleo de hielo del cometa
Los autores muestran que el colapso del acantilado genero la explosión luminosa registrada por Rosetta desde la órbita del cometa y que remodeló la orografía de la zona. El derrumbe creó una pila de escombros observable en el fondo del acantilado y expuso un fragmento del interior del núcleo, que es brillante debido a que se trata de agua helada.
Los astrónomos pueden afirmar ahora que este tipo de derrumbes son los causantes de las explosiones que se observan durante la fase activa de los cometas y que dejan al descubierto material de su interior, que se formó en las zonas frías del Sistema Solar en los primeros momentos de su formación, aseguran.
Fuente VOZPOPULI