El alquimista vio la unión de los opuestos bajo el símbolo del árbol y, por lo tanto, no es sorprendente que el inconsciente del hombre de hoy, que ya no se siente a gusto en el mundo y no pueda basar su existencia ni en el pasado que ya no existe.
Ni en el futuro que está por venir, debe volver al símbolo del árbol cósmico enraizado en este mundo y crecer hasta el cielo, el árbol que también es hombre.
En la historia de los símbolos, este árbol se describe como la forma de vida misma, un crecimiento de lo que es y no cambia eternamente; que surge de la unión de los opuestos y, a través de su presencia eterna, también hace posible esa unión.
Parece que fue solo a través de una experiencia de realidad simbólica que el hombre, en vano buscando su propia "existencia" y convirtiéndola en una filosofía, puede encontrar su camino de regreso a un mundo en el que ya no es un extraño.
~ C.G. Jung
Ni en el futuro que está por venir, debe volver al símbolo del árbol cósmico enraizado en este mundo y crecer hasta el cielo, el árbol que también es hombre.
En la historia de los símbolos, este árbol se describe como la forma de vida misma, un crecimiento de lo que es y no cambia eternamente; que surge de la unión de los opuestos y, a través de su presencia eterna, también hace posible esa unión.
Parece que fue solo a través de una experiencia de realidad simbólica que el hombre, en vano buscando su propia "existencia" y convirtiéndola en una filosofía, puede encontrar su camino de regreso a un mundo en el que ya no es un extraño.
~ C.G. Jung