Los resultados demostraron también que, cuanto más empatizaban los voluntarios con las personas propuestas, más se parecían sus funciones cerebrales entre sí, especialmente el cerebro social, la corteza prefrontal medial y la región asociada con el concepto de sí mismo.
Hay que recordar que la corteza prefrontal medial participa directamente en el control de la alerta, que suele verse afectada en personas que presentan alteraciones conductuales, como los pacientes con estrés postraumático.
*Cerebro solitario, diferente
En contraste, las personas que informaron sentirse solas tenían menos similitudes neuronales con los demás voluntarios en la corteza prefrontal medial, un área del cerebro asociada con el concepto de sí mismo.
Igualmente, las personas solitarias presentaron menos similitudes neuronales entre ellos e incluso, las demarcaciones entre los tres grupos de clasificación resultaron más borrosas e imprecisas en su actividad neuronal. Es decir, cuanto más solitarias son las personas, menos parecido se aprecia en su cerebro cuando piensan en ellos mismos y también en los demás.
Los sujetos solitarios activaban áreas muy distintas cuando tenían que pensar en ellos mismos que cuando lo debían hacer en otras personas, como si la representación de sí mismos en su cerebro estuviera más desconectada en relación a esos otros sujetos.
*Patrón neuronal social
Cuando las personas mantienen relaciones cercanas con terceros, el patrón neuronal parece coincidir con el registrado cuando se les hacía pensar en ellos mismos.
En conclusión, podemos afirmar, siguiendo este estudio, que la actividad cerebral relacionada con pensar en uno mismo es muy diferente de la actividad cerebral relacionada con pensar en otras personas, mientras que la actividad cerebral de pensar en otros es muy similar en todas las categorías sociales, menos en el caso de las personas aisladas.
"Si tuviéramos un sello de actividad neuronal que reflejara tu autorrepresentación y uno que reflejara el de las personas con las que estás cerca, para la mayoría de nosotros, nuestros sellos de actividad neuronal se verían bastante simil.
Hay que recordar que la corteza prefrontal medial participa directamente en el control de la alerta, que suele verse afectada en personas que presentan alteraciones conductuales, como los pacientes con estrés postraumático.
*Cerebro solitario, diferente
En contraste, las personas que informaron sentirse solas tenían menos similitudes neuronales con los demás voluntarios en la corteza prefrontal medial, un área del cerebro asociada con el concepto de sí mismo.
Igualmente, las personas solitarias presentaron menos similitudes neuronales entre ellos e incluso, las demarcaciones entre los tres grupos de clasificación resultaron más borrosas e imprecisas en su actividad neuronal. Es decir, cuanto más solitarias son las personas, menos parecido se aprecia en su cerebro cuando piensan en ellos mismos y también en los demás.
Los sujetos solitarios activaban áreas muy distintas cuando tenían que pensar en ellos mismos que cuando lo debían hacer en otras personas, como si la representación de sí mismos en su cerebro estuviera más desconectada en relación a esos otros sujetos.
*Patrón neuronal social
Cuando las personas mantienen relaciones cercanas con terceros, el patrón neuronal parece coincidir con el registrado cuando se les hacía pensar en ellos mismos.
En conclusión, podemos afirmar, siguiendo este estudio, que la actividad cerebral relacionada con pensar en uno mismo es muy diferente de la actividad cerebral relacionada con pensar en otras personas, mientras que la actividad cerebral de pensar en otros es muy similar en todas las categorías sociales, menos en el caso de las personas aisladas.
"Si tuviéramos un sello de actividad neuronal que reflejara tu autorrepresentación y uno que reflejara el de las personas con las que estás cerca, para la mayoría de nosotros, nuestros sellos de actividad neuronal se verían bastante simil.
Fuente ALFAOMEGA MC
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Soledad