Si el experimento funciona, la técnica podría ayudar a personas que sufren trastornos sanguíneos raros y que no encuentran donantes compatibles en un plazo de tiempo razonable.
En un estudio pionero llevado a cabo en Reino Unido se ha transfundido sangre cultivada en el laboratorio a dos personas. Los científicos quieren ver cómo reacciona el organismo, ya que, en caso de que todo vaya bien, el procedimiento podría ayudar a personas que sufren trastornos sanguíneos raros, como la anemia falciforme.
Crear sangre en el laboratorio es una labor muy complicada y, aunque no se espera que sustituya a las donaciones de toda la vida, sí que podría servir ante la escasez de grupos sanguíneos raros si los ensayos tienen éxito.
La sangre del ensayo RESTORE, que así es como se llama el experimento, se fabricó a partir de células madre extraídas de sangre de donantes. En la fase en la que se encuentra el estudio, el objetivo es analizar cuál es la vida útil de las células sanguíneas creadas en el laboratorio en comparación con la de los donantes. Los investigadores esperan que las células de la sangre sintética duren más, concretamente que los glóbulos rojos lleguen a aproximadamente 120 días antes de ser sustituidos, algo que no logran las células de los donantes.
Si el ensayo es exitoso, aquellas personas a las que se les transfunda sangre sintética necesitarán transfusiones con menos frecuencia, algo que conlleva menos complicaciones. Por el momento, el experimento solo se ha llevado a cabo con dos personas.
"Este desafiante y emocionante ensayo es un gran paso para la fabricación de sangre a partir de células madre. Es la primera vez que se transfunde sangre cultivada en el laboratorio a partir de un donante alogénico y nos entusiasma ver el rendimiento de las células al final del ensayo clínico", dijo en un comunicado el profesor Ashley Toye, catedrático de Biología Celular de la Universidad de Bristol y director de la Unidad de Sangre y Trasplantes del NIHR en productos de células rojas.
Uno de los puntos negativos que tiene el prometedor ensayo sería el coste. Según la BBC, las transfusiones de sangre actuales cuestan al Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) unos 150 dólares por transfusión. El coste de la transfusión de sangre sintética sería bastante más elevado. La idea es que solo se use la transfusión de sangre sintética en casos raros y en personas que tienen pocas probabilidades de conseguir un donante compatible en un periodo de tiempo razonable.
"Es realmente fantástico que ahora podamos cultivar suficientes glóbulos rojos de grado médico para permitir el inicio de este ensayo; estamos deseando ver los resultados y saber si funcionan mejor que los glóbulos rojos estándar", dijo la Dra. Rebecca Cardigan, Jefa de Desarrollo de Componentes del NHSBT (NHS Blood and Transplant, NHS sangre y transplante, en español).
Por el momento, no se han detectado efectos secundarios adversos en las personas transfundidas con la sangre sintética.
El siguiente paso es hacer dos pequeñas transfusiones de sangre a un mínimo de diez participantes. Se harán con al menos cuatro meses de diferencia. Una transfusión será de sangre sintética y la otra de sangre de donantes.
En un estudio pionero llevado a cabo en Reino Unido se ha transfundido sangre cultivada en el laboratorio a dos personas. Los científicos quieren ver cómo reacciona el organismo, ya que, en caso de que todo vaya bien, el procedimiento podría ayudar a personas que sufren trastornos sanguíneos raros, como la anemia falciforme.
Crear sangre en el laboratorio es una labor muy complicada y, aunque no se espera que sustituya a las donaciones de toda la vida, sí que podría servir ante la escasez de grupos sanguíneos raros si los ensayos tienen éxito.
La sangre del ensayo RESTORE, que así es como se llama el experimento, se fabricó a partir de células madre extraídas de sangre de donantes. En la fase en la que se encuentra el estudio, el objetivo es analizar cuál es la vida útil de las células sanguíneas creadas en el laboratorio en comparación con la de los donantes. Los investigadores esperan que las células de la sangre sintética duren más, concretamente que los glóbulos rojos lleguen a aproximadamente 120 días antes de ser sustituidos, algo que no logran las células de los donantes.
Si el ensayo es exitoso, aquellas personas a las que se les transfunda sangre sintética necesitarán transfusiones con menos frecuencia, algo que conlleva menos complicaciones. Por el momento, el experimento solo se ha llevado a cabo con dos personas.
"Este desafiante y emocionante ensayo es un gran paso para la fabricación de sangre a partir de células madre. Es la primera vez que se transfunde sangre cultivada en el laboratorio a partir de un donante alogénico y nos entusiasma ver el rendimiento de las células al final del ensayo clínico", dijo en un comunicado el profesor Ashley Toye, catedrático de Biología Celular de la Universidad de Bristol y director de la Unidad de Sangre y Trasplantes del NIHR en productos de células rojas.
Uno de los puntos negativos que tiene el prometedor ensayo sería el coste. Según la BBC, las transfusiones de sangre actuales cuestan al Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) unos 150 dólares por transfusión. El coste de la transfusión de sangre sintética sería bastante más elevado. La idea es que solo se use la transfusión de sangre sintética en casos raros y en personas que tienen pocas probabilidades de conseguir un donante compatible en un periodo de tiempo razonable.
"Es realmente fantástico que ahora podamos cultivar suficientes glóbulos rojos de grado médico para permitir el inicio de este ensayo; estamos deseando ver los resultados y saber si funcionan mejor que los glóbulos rojos estándar", dijo la Dra. Rebecca Cardigan, Jefa de Desarrollo de Componentes del NHSBT (NHS Blood and Transplant, NHS sangre y transplante, en español).
Por el momento, no se han detectado efectos secundarios adversos en las personas transfundidas con la sangre sintética.
El siguiente paso es hacer dos pequeñas transfusiones de sangre a un mínimo de diez participantes. Se harán con al menos cuatro meses de diferencia. Una transfusión será de sangre sintética y la otra de sangre de donantes.
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