La Tierra alcanza su punto más cercano al Sol y es azotada por una tormenta geomagnética

Sin embargo, es poco probable que este evento tenga un impacto duradero en nuestro planeta

Este 4 de enero, la Tierra alcanzó su punto más cercano al Sol durante todo 2023, en un evento llamado perihelio. En este momento, cuando se ubica a 147 millones de kilómetros de nuestra estrella, la Tierra recibe hoy un furioso golpe de partículas solares de movimiento lento llamado eyección de masa coronal (CME), que se estrellará contra el campo magnético de nuestro planeta. Podría interrumpir brevemente las redes eléctricas, provocar apagones de radio y crear auroras en sitios poco habituales, según los científicos.

Una tormenta geomagnética débil impacta en este momento sobre el planeta, como consecuencia del choque contra el campo magnético terrestre o magnetosfera de una eyección de masa coronal, provocada por una fuerte llamarada solar. Esto ocurre justo cuando el planeta ha alcanzado su punto máximo anual de acercamiento al Sol, conocido como perihelio. Aunque el evento no tendría consecuencias negativas importantes sobre la Tierra, sirve como advertencia si consideramos que nos acercamos poco a poco a un pico de actividad solar o máximo solar, que se concretará en 2025.

Dos eventos coincidentes

Según un artículo publicado en Live Science, el fenómeno ocurrido este 5 de enero es menor y solo podría generar leves consecuencias en las redes eléctricas, las transmisiones de radio y extender el rango geográfico tradicional en el que pueden observarse auroras, esos increíbles estallidos de luz que iluminan el cielo en las zonas cercanas a los polos.

De acuerdo a los datos del Centro Nacional de Predicción del Clima Espacial de la Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), en Estados Unidos, la tormenta geomagnética menor se ha clasificado como de clase G1, una categoría que no reviste un riesgo importante para las infraestructuras o las comunicaciones en la Tierra.

Sin embargo, llama la atención su coincidencia con el perihelio o punto de mayor acercamiento de la Tierra al Sol, concretado este 4 de enero. El evento determina que actualmente nuestro planeta se ubique a 147 millones de kilómetros del Sol, casi 5 millones de kilómetros más cerca de lo que estará el próximo 6 de julio, cuando se produzca el evento contrario: el llamado afelio o punto de mayor alejamiento entre nuestro planeta y el Sol.

Estos puntos de acercamiento y distanciamiento se producen porque la Tierra no gira alrededor del Sol en un círculo perfecto, sino describiendo una elipse con leves oscilaciones o irregularidades. Dicha órbita elíptica determina que nuestro planeta se mueva más cerca del Sol durante ciertas partes del año, y al mismo tiempo se aleje en otros períodos. 

Posibles riesgos a futuro

Por otra parte, aunque la tormenta geomagnética de este 5 de enero no será especialmente compleja, servirá a los especialistas en ciencia solar para determinar variables que puedan utilizarse en el futuro, cuando la actividad solar siga aumentando. Vale recordar que los científicos estiman que sobre 2025 se producirá el próximo máximo solar, un período en el que se intensifica la actividad del Sol en el marco de los ciclos solares. Estos ciclos de 11 años tienen un pico de actividad, en el cual los riesgos de una tormenta geomagnética más fuerte aumentan considerablemente.

En ese sentido, según un artículo publicado en Space.com el evento actual podría estar relacionado con una mancha solar registrada recientemente, que los investigadores están analizando porque podría resurgir con mayor violencia en cualquier momento. Las manchas solares son regiones más oscuras en la atmósfera inferior del Sol, que presentan temperaturas más bajas que el resto del disco solar, generando líneas de campo magnético que pueden entrelazarse y producir fuertes reacciones.

En el momento en que estas líneas de campo magnético chocan y se desordenan, las manchas solares liberan erupciones de distinta magnitud, siendo una de ellas las eyecciones de masa coronal o CME. El plasma magnetizado de las CME interactúa con el campo magnético de la Tierra, generando todo tipo de efectos no deseados en la tecnología, como apagones eléctricos, interrupciones del GPS y un funcionamiento erróneo de los satélites.

Fuente LEVANTE



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