En breve comenzarán los estudios clínicos en humanos de esta droga desarrollada por la Academia Militar de Ciencias Médicas del país asiático, donde se cree que comenzó el brote de COVID-19, ahora convertido en pandemia
La Academia Militar de Ciencias Médicas de la República Popular China aseguró este martes haber desarrollado “con éxito” la vacuna recombinante contra el coronavirus,y señaló que se prepara para su producción “a gran escala”, de acuerdo con un comunicado emitido por Ministerio de Defensa este país.
La vacuna ha sido aprobada para el inicio de los estudios clínicos en humanos, de acuerdo con normas internacionales y reglamentaciones nacionales, señala el organismo.
Los detalles en la base de datos de registro de ensayos clínicos chinos muestran que una prueba en Fase 1 que examinará si la vacuna experimental es segura en humanos tiene como objetivo reclutar a 108 personas sanas para que participen del proceso entre el 16 de marzo y el 31 de diciembre.
El ensayo será realizado por la Academia Militar de Ciencias Médicas y la firma de biotecnología CanSino Biologics RIC, reportó la agencia Reuters.
La droga fue desarrollada en el espacio de un mes por un equipo de investigación liderado por la doctora Chen Wei, reconocida por su estudios sobre los virus del SARS y del ébola. De hecho, parte del trabajo estuvo basado en el estudio de vacunas existentes contra el ébola.
“La vacuna es el arma científica más poderosa para terminar con el coronavirus”, indicó Chen, de 54 años, en una aparición ante la cadena china CCTV, citada por el Daily Mail.
“Si China es el primer país en inventar un arma así y logramos nuestras patentes, eso demostrará el progreso de nuestra ciencia y la imagen de un país gigante”, expresó la experta.
Se cree que el COVID-19, una nueva cepa de coronavirus, surgió en diciembre en la ciudad de Wuhan, en el centro de China. Desde entonces no ha parado de expandirse por todo el mundo, llegando a convertirse en una pandemia.
En total, se han confirmado 195.892 casos de coronavirus, aunque se cree que el número real podría ser mucho mayor debido a la falta de métodos de prueba para toda la población. En tanto se han reportado 7.865 muertes y 80.840 recuperados.
China, el país más afectado, tiene 81.058 casos confirmados, con 3.230 muertos y 68.798 curados. Mientras que en Italia, el segundo foco más grande del mundo, se han confirmado 31.506 casos, con 2.503 muertes y 2.941 recuperados.
Pero aunque China parece haber logrado contener el brote en su territorio, los contagios no paran de crecer en Europa, y el virus se está expandiendo por América.
Además de China, otros países se encuentran desarrollando vacunas contra el COVID-19.
Este martes la primera voluntaria recibió una inyección con un ARN mensajero, que no la expone al virus, en el Instituto de Investigación de Kaiser Permanente en Seattle, Estados Unidos
Esta candidata a vacuna, conocida con el código mRNA-1273, fue desarrollada por los NIH y la compañía biotecnológica Moderna Inc., con sede en Massachusetts. No hay posibilidad de que se contagien los participantes, porque las vacunas no contienen el coronavirus en sí.
Así lo explica un paper de la Universidad de Cambridge: “A diferencia de una vacuna normal, las vacunas de ARN funcionan al introducir una secuencia de mARN (la molécula que le dice a las células qué construir) que está codificada para un antígeno específico de la enfermedad, y una vez producida dentro del cuerpo, el sistema inmunitario reconoce el antígeno, preparándose para luchar contra lo real”.
La Academia Militar de Ciencias Médicas de la República Popular China aseguró este martes haber desarrollado “con éxito” la vacuna recombinante contra el coronavirus,y señaló que se prepara para su producción “a gran escala”, de acuerdo con un comunicado emitido por Ministerio de Defensa este país.
La vacuna ha sido aprobada para el inicio de los estudios clínicos en humanos, de acuerdo con normas internacionales y reglamentaciones nacionales, señala el organismo.
Los detalles en la base de datos de registro de ensayos clínicos chinos muestran que una prueba en Fase 1 que examinará si la vacuna experimental es segura en humanos tiene como objetivo reclutar a 108 personas sanas para que participen del proceso entre el 16 de marzo y el 31 de diciembre.
El ensayo será realizado por la Academia Militar de Ciencias Médicas y la firma de biotecnología CanSino Biologics RIC, reportó la agencia Reuters.
La droga fue desarrollada en el espacio de un mes por un equipo de investigación liderado por la doctora Chen Wei, reconocida por su estudios sobre los virus del SARS y del ébola. De hecho, parte del trabajo estuvo basado en el estudio de vacunas existentes contra el ébola.
“La vacuna es el arma científica más poderosa para terminar con el coronavirus”, indicó Chen, de 54 años, en una aparición ante la cadena china CCTV, citada por el Daily Mail.
“Si China es el primer país en inventar un arma así y logramos nuestras patentes, eso demostrará el progreso de nuestra ciencia y la imagen de un país gigante”, expresó la experta.
Se cree que el COVID-19, una nueva cepa de coronavirus, surgió en diciembre en la ciudad de Wuhan, en el centro de China. Desde entonces no ha parado de expandirse por todo el mundo, llegando a convertirse en una pandemia.
En total, se han confirmado 195.892 casos de coronavirus, aunque se cree que el número real podría ser mucho mayor debido a la falta de métodos de prueba para toda la población. En tanto se han reportado 7.865 muertes y 80.840 recuperados.
China, el país más afectado, tiene 81.058 casos confirmados, con 3.230 muertos y 68.798 curados. Mientras que en Italia, el segundo foco más grande del mundo, se han confirmado 31.506 casos, con 2.503 muertes y 2.941 recuperados.
Pero aunque China parece haber logrado contener el brote en su territorio, los contagios no paran de crecer en Europa, y el virus se está expandiendo por América.
Además de China, otros países se encuentran desarrollando vacunas contra el COVID-19.
Este martes la primera voluntaria recibió una inyección con un ARN mensajero, que no la expone al virus, en el Instituto de Investigación de Kaiser Permanente en Seattle, Estados Unidos
Esta candidata a vacuna, conocida con el código mRNA-1273, fue desarrollada por los NIH y la compañía biotecnológica Moderna Inc., con sede en Massachusetts. No hay posibilidad de que se contagien los participantes, porque las vacunas no contienen el coronavirus en sí.
Así lo explica un paper de la Universidad de Cambridge: “A diferencia de una vacuna normal, las vacunas de ARN funcionan al introducir una secuencia de mARN (la molécula que le dice a las células qué construir) que está codificada para un antígeno específico de la enfermedad, y una vez producida dentro del cuerpo, el sistema inmunitario reconoce el antígeno, preparándose para luchar contra lo real”.
Fuente INFOBAE