Los gigantes se mencionan en todo el mundo. No importa dónde miremos, casi todas las culturas antiguas hablan de antiguas leyendas que detallan cómo en un pasado lejano, seres de inmensa altura gobernaban las tierras.
En 1995, en el municipio mexicano de Romita, situado en el estado de Guanajuato, un profesor de artes plásticas y escultura, llamado Tito Serrano, encontró siete esqueletos enterrados al estilo antiguo de los otomíes y chichimecas, culturas nativas de la zona.
No eran normales de acuerdo a su tamaño, por este motivo se solicitó la intervención de los expertos del Instituto Nacional de Antropología E Historia, el INAH, dijo Serrano, quién fue en su momento director de la Casa de la Cultura en la administración anterior.
Fue precisamente durante las excavaciones para la construcción del nuevo edificio de la casa de la cultura cuando los trabajadores avisaron del hallazgo a sus superiores por lo que los trabajos fueron suspendidos mientras el INAH realizaba las investigaciones. Afortunadamente el maestro Serrano logró medir las osamentas, por lo que determinó que los siete esqueletos eran de igual estatura, todos median 2 metros con 45 centímetros, y el cráneo tenía la forma de una bombilla y con las cavidades oculares demasiado grandes. Los dedos de los pies eran muy largos y uniformes lo que llamó la atención de los investigadores pues los pies humanos tienen una definición descendente de mayor a menor, por lo qué estos restos se consideraron extraños.
Desafortunadamente parece ser que a las nuevas autoridades de la cultura e historia de esta localidad no les interesó el hallazgo ya que a la fecha nadie ha indagado acerca de estos restos que el INAH tiene en custodia. Han pasado ya muchos años de este hallazgo y no hay información con respecto a los esqueletos gigantes encontrados en este pueblo.
Existen testimonios de varios conquistadores españoles, en los que se narra que los aztecas creían que sus tierras habían sido habitadas por hombres y mujeres muy altos, pero todos ellos murieron tras una guerra masiva en la región.
Curiosamente, si echamos un vistazo al Códice Ríos o Códice Vaticano A, la traducción italiana de un antiguo manuscrito escrito durante la Conquista española, los gigantes habitaban Mesoamérica.
Según las representaciones del códice, los guerreros aztecas llegaron a luchar contra estos seres gigantes.
Se dice que los gigantes Quinametzin construyeron la antigua ciudadela de Teotihuacán que se traduce como ''lugar donde los hombres se convierten en dioses”, y la Gran Pirámide de Cholula, considerada la más grande pirámide jamás construida.
Se dice que cuando los conquistadores españoles llegaron a América, vieron, gigantes reales de carne y hueso.
No eran normales de acuerdo a su tamaño, por este motivo se solicitó la intervención de los expertos del Instituto Nacional de Antropología E Historia, el INAH, dijo Serrano, quién fue en su momento director de la Casa de la Cultura en la administración anterior.
Fue precisamente durante las excavaciones para la construcción del nuevo edificio de la casa de la cultura cuando los trabajadores avisaron del hallazgo a sus superiores por lo que los trabajos fueron suspendidos mientras el INAH realizaba las investigaciones. Afortunadamente el maestro Serrano logró medir las osamentas, por lo que determinó que los siete esqueletos eran de igual estatura, todos median 2 metros con 45 centímetros, y el cráneo tenía la forma de una bombilla y con las cavidades oculares demasiado grandes. Los dedos de los pies eran muy largos y uniformes lo que llamó la atención de los investigadores pues los pies humanos tienen una definición descendente de mayor a menor, por lo qué estos restos se consideraron extraños.
Desafortunadamente parece ser que a las nuevas autoridades de la cultura e historia de esta localidad no les interesó el hallazgo ya que a la fecha nadie ha indagado acerca de estos restos que el INAH tiene en custodia. Han pasado ya muchos años de este hallazgo y no hay información con respecto a los esqueletos gigantes encontrados en este pueblo.
Existen testimonios de varios conquistadores españoles, en los que se narra que los aztecas creían que sus tierras habían sido habitadas por hombres y mujeres muy altos, pero todos ellos murieron tras una guerra masiva en la región.
Curiosamente, si echamos un vistazo al Códice Ríos o Códice Vaticano A, la traducción italiana de un antiguo manuscrito escrito durante la Conquista española, los gigantes habitaban Mesoamérica.
Según las representaciones del códice, los guerreros aztecas llegaron a luchar contra estos seres gigantes.
Se dice que los gigantes Quinametzin construyeron la antigua ciudadela de Teotihuacán que se traduce como ''lugar donde los hombres se convierten en dioses”, y la Gran Pirámide de Cholula, considerada la más grande pirámide jamás construida.
Se dice que cuando los conquistadores españoles llegaron a América, vieron, gigantes reales de carne y hueso.
Fuente DIMENSIÓN ALTERNA